¿Mafia "sudaca"?
El artículo de EL PAIS sobre una pretendida mafia sudaca, que, con malas artes, se dedicaría a invadir el Rastro madrileño, ha tenido un eco inusitado y hasta sospechoso en cierta Prensa. Si se lo lee detenidamente se acaba por caer en cuenta que el término sudaca es un eufemismo para nombrar a los argentinos. Esto merece una reflexión.Debemos reconocer que el periodista tiene su parte de razón. Los argentinos no sólo manejan algunos de los puestos del Rastro, también han comprado bares y restaurantes, cantan en conjuntos musicales, actúan en teatro y en cine, son psicólogos y psicoanalistas, dentistas, managers, representantes, escritores, periodistas... En, definitiva: que se mueven, se ocupan y trabajan. Como todos los inmigrantes, quieren labrarse un presente mejor que el pasado que dejaron atrás. No hacen sino repe tir la historia de sus padres o sus abuelos españoles que un día llegaron al Río de La Plata, donde pudieron trabajar libremente, comprarse puestos en los mercados, bares, chiringuitos y hoteles, y tuvieron y tienen todos los derechos para hacer y deshacer sin que nadie hablara jamás de una mafia española. Por contrario, se les abrieron todas las puertas y se les dieron todas las facilidades, aun en tiempos diriciles para aquel país. Eran españoles y esobastaba. Daba lo mismo un gallego que un vasco, un republicano que un falangista, si llegaban con deseos de vivir allí y de integrarse al país que habían libremente elegido. Así, dos millones de españoles pudieron trabajar para sí mismos, para sus familias y para su nueva patria. Esta es una historia de sobra conocida, pero no está de más recordarla ante el caso de estos sudacas que quieren trabajar y ganarse su pan.
Yo espero que sigan vendiendo, comprando, cantando, actuando, psicoanalizando y organizando to a clase de empresas, en paz y en libertad. La mafia verdaderamente maligna es la del prejuicio y la estupidez humana.
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