El atropello OTAN

Esta es la segunda vez que me dirijo a EL PAÍS, y seguramente tampoco será publicada mi carta; no obstante, no puedo resistir la tentación de poner mi granito de arena sobre este tema que tanto me inquieta.Quisiera preguntarle desde esta modesta columna a nuestro presidente del Gobierno dónde ha detectado él que los españoles queremos pertenecer a la OTAN. Quisiera que también dijera a quién

Pasa a la página 8

Viene de la página 7

cree que representa cuando obra de esta manera.

Los españoles nos ahogamos de impotencia ante tamaño atropello. ¿Cómo es que los partidos no se han dado cuenta de la imperiosa necesidad que siente el pueblo de expresar su repulsa a este proyecto? ¿Cómo es que no se lanzan a una campaña masiva de información y discusión del tema? ¿Es que tampoco ellos hablan con nadie? ¿Es que también están alejados, hasta el punto de no captar el deseo popular?

Ya sabemos, ya, que hay a quien interesa el ingreso de España en la OTAN; pero, por favor, que somos inmensa mayoría los que no queremos convertir nuestro suelo en un polvorín para las guerras de otros, sin duda mil veces más hábiles y poderosos que nosotros.

No cabe duda que hay quien cree que si la Unión Soviética tuviera una confrontación con Occidente nos mandaría sus primeros misiles por no pertenecer a la OTAN y que, perteneciendo, no lo haría.

Ya sabemos, importantísimos señores, que el problema no es tan simple; pero, ya que tanto parece que a nuestro país interesa ponerse bajo el fuego nuclear, dígase, discútase, explíquese y pregúntese exhaustivamente antes de meternos a empujones, como a borregos./