Virtudes militares

Las tan traídas y llevadas (en estos días) virtudes militares han aflorado a la luz pública con la carta publicada en estas mismas páginas el pasado día 25 por el capitán de Infantería don Luis García, quien muestra valentía, sentido del honor, disciplina y espíritu de sacrificio; en ella nos narra, y se lamenta, unos hechos acaecidos en un establecimiento militar donde se produjo, en forma casi colectiva, la apología de unos comportamientos que, aun estando sub-judice, a todos nos parecieron evidentemente delictivos. Pone el dedo en la llaga (en una llaga dolorosa) sobre un punto clave, a nuestro modo de ver: ¿de quién son las armas que usan nuestros Ejércitos y Fuerzas de Orden Público? La respuesta está clara: son de la sociedad, de una sociedad que paga sus impuestos y que, por medio del Parlamento, desea canalizarlos hacia determinados Fines y, servicios públicos.La involución, por tanto, no sólo supone un atentado contra la disciplina, el honor y el resto de las virtudes castrenses, sino que además significa una traición a la sociedad, a la que intenta imponer, mediante unos instrumentos y una fuerza otorgados por ella, una forma de gobierno que ésta no desea, pues en otro caso lo hubiera expresado así en las urnas./ inspector del Cuerpo Superior de Policía; miembro de la Unión Sindical de Policías (USP).