Martínez Genique: "Vamos a controlar y ampliar la plantilla de inspectores de Consumo"

La nueva Secretaría de Estado para el Consumo va a contar con un crédito extraordinario de doscientos millones de pesetas con el Fin de aumentar y mejorar la plantilla de inspectores, que a partir de ahora va a depender de este departamento, según ha declarado a EL PAIS. su titular, Martínez Genique.Con este crédito, la Secretaría de Estado para el Consumo piensa que podrá ampliar la plantilla de inspectores en doscientas o trescientas personas más, repartidas entre los servicios de inspección del Ministerio de Agricultura. Economía y Comercio, y Trabajo, San y Seguridad Social, que se integrarán en el equipo de los que en la actualidad están llevando la inspección «en un 90%, sobre el aceite de colza desnaturalizado ».

En una reunión mantenida ayer entre los directores generales de estos servicios de inspección y Martínez Genique han llegado al acuerdo de dedicar, de momento, los servicios de inspección a la realización de cuatro campañas que comprendan: la inspección de grasas, la de productos cárnicos, productos lácteos y alcoholes. En este último campo, Martínez Genique señaló que se va a dedicar una especial atención, ya que la producción de vino de este año es escasa, y, declaró que «cuando un producto es escaso es más fácil que haya fraude».

En la actualidad, y aunque los servicios de inspección, según sus palabras, han trillado el país en busca del aceite desnaturalizado, los inspectores están dedicando parte de sus fuerzas a otros productos tales como los zumos, las conservas, la bollería, el pan y el pescado. Para ello están contando con la colaboración de otras fuerzas, como los servicios de la policía judicial y de la municipal.

Vía administrativa y vía judicial

En cuanto a la capacidad ejecutiva que va a tener esta nueva Secretaría, Martínez Genique declaró que se procederá por la vía administrativa cuando los productores infrinjan en temas como los precios o el etiquetado, que no afectan directamente a la salud de los consumidores. Sin embargo, para perseguir los fraudes alimentarios está la jurisdicción ordinaria. «Soy consciente», dijo, «que muchos productores y comerciantes no tienen miedo a la Administración y siempre piensan que se puede llegar a un ten con ten, pero cuando se tienen que sentar en el banquillo de los acusados, ante los Tribunales, como se dice vulgarmente, se tientan la ropa».

El secretario de Estado para el Consumo afirmó que había llegado a este cargo en un momento delicado, pero que contaba con toda la ayuda de los distintos departamentos para cumplir con su misión. En cuanto a los posibles roces que se han podido producir entre los ministerios de Agricultura y de Economía y Comercio, Martínez Genique declaró que es normal en la Administración que nadie quiera perder competencias, pero en cualquier caso «este es un organismo que, al depender de la Presidencia del Gobierno, va a trabajar en coordinación con todos». En cuanto a la reorganización del Ministerio de Agricultura el Ministerio de Agricultura y Alimentación, el que fue ministro de este departamento en el segundo Gabinete de Suárez afirmó que es necesario que haya un organismo que se encargue de la política de la industria alimentarla o de la producción agroalimentaria que controle desde su base a esto s sectores. También aclaró que este departamento podía haber estado en Agricultura o en otro ministerio, igual que quizá la creación de una nueva Secretaría de Estado podía haberse eliminado con la potenciación del Instituto Nacional del Consumo. «El Gobierno», dijo, «ha querido, al Crear esta nueva Secretaría, darle al tema del consumo y del contol alimentarlo una mayor categoría».

En cuanto a la acusación que ha hecho la Unión del Olivar sobre la etapa en la que Martínez Genique fue ministro de Agricultura, en la cual -según los olivareros- se redujo la producción del aceite de oliva por conveniencias con el Mercado Común, Martínez Genique reconoció que él era partidario de ayudar al olivar de una alta calidad, «ya que son los que pueden tener futuro», mientras que otras tierras más improductivas tendrán que ser reconvertidas para otros cultivos, aunque dijo: «Nunca he tenido presiones por parte del Mercado Común».

Por último, el nuevo secretario de Estado afirmó que, si es necesario abrir todos los sumarios para aclarar el tema del aceite de colza desnaturalizado, se abrirán, ya que «lo mejor que se puede hacer por la Administración es trabajar honestamente y exigir las responsabilidades que hagan falta sobre negIigencias o incompetencias ». También informó que como medida de urgencia inmediata se va a tratar el tema del etiquetado, en el que se dará toda la información al consumidor. «Quizá algunos industriales tengan problemas a la hora de adaptarse, pero esperimos que no más tarde de cinco meses todas las etiquetas estén normalizadas», y aseguró que en octubre, como muy tarde, puede presentarse al Gobierno la ley del consumidor.