_
_
_
_

Pueden ser necesarias medidas disciplinarias para contrarrestar los efectos internos de la subida del dólar

La Administración española podría verse forzada a adoptar medidas disciplinarias más severas de las decididas hasta la fecha para proteger la situación económica interna de las consecuencias sobre las mismas de una coyuntura internacional adversa y, muy especialmente, de la firme evolución de la moneda norteamericana, según advierte en su último número el boletín Servez, que edita el Banco de Bilbao.

Aunque la publicación especializada no concreta dichas medidas, su análisis no se distancia mucho de las impresiones generales ya adelantadas por otros medios, en el sentido de que el fuerte fortalecimiento del dólar está provocando un notable deterioro de la economía española, y muy concretamente en el comportamiento de sus magnitudes exteriores.En este sentido, otra publicación, el informe mensual del servicio de estudios de la Caixa de Pensions, de Barcelona, contraste el fuerte crecimiento que está registrando él endeudamiento exterior en los últimos meses y el paralelo deterioro del déficit comercial, que ha crecido un 36,1 % en los cinco primeros meses de este año, así como el imparable crecimiento del déficit por cuenta corriente, que supera en sólo seis meses los casi 5.000 millones de dólares de 1980.

La posible intervención de la Administración para frenar las consecuencias de la irresistible subida del dólar podría decidirse en el área de las importaciones, que, pese a su encarecimiento, han aumentado en más de un 21 % en el primer semestre del año. Por el contrario, el incremento de las exportaciones, que debería haber sido importante con una moneda en franca depreciación, ha sido tan sólo del 12%, es decir, insuficiente incluso para compensar el factor inflacionista.

Los efectos de la adversa coyuntura internacional sobre la economía española hay que situarlos, según este razonamiento, en tres áreas. En primer lugar, la esperada recuperación económica -un hecho en el primer trimestre, según algunas interpretaciones gubernamentales- se retrasará indefinidamente. Con un sector exterior en franco deterioro, las posibilidades de estimular nuestra economía son mínimas, como no sea por la vía de la demanda interna, lo que es muy improbable.

La inelasticidad de las importaciones

En segundo lugar, la subida del dólar está poniendo en las nubes nuestras importaciones, que si no decrecen, con unos precios internacionales al alza, es por su conocida falta de elasticidad. Tanto las compras de crudo como los de cereales -en un mal año agrícola, como es el presente- resultan hoy un 20% más caras que hace seis meses, en términos internos.En este sentido es revelador un informe comparativo realizado por la revista especializada Petroleum Intelligence Weekly sobre el impacto de la caída de los precios de los crudos en algunas economías occidentales. Las conclusiones de la revista neoyorquina son muy claras. Del retroceso de los precios de los crudos sólo se está beneficiando Estados Unidos, en cuya moneda se cifran las tarifas del petróleo. Norteamérica, en efecto, es prácticamente el único país que paga hoy menos dólares por sus importaciones petroleras.

Caso muy distinto es el de países como la RFA, Italia y España, los cuales también han conseguido hacer decrecer, en términos de dólares, su factura petrolera. Pero no ha sucedido lo mismo en lo que respecta al equivalente de esta factura en términos de sus monedas respectivas, fuertemente depreciadas (hasta un 20% en el caso español) desde la irresistible ascensión del dólar a partir de primeros de año.

Un tercer efecto mencionado por los expertos es el inflacionista. Dada la interdependencia de las economías internacionales (inferior en el caso de la española, a juzgar por las declaraciones oficiales), el efecto inflacionista de un dólar revaluado sobre la economía española sólo se puede compensar por medidas claramente estabilizadoras. Es de prever, como ha demostrado el incremento del IPC en el mes de julio, que la inflación supere a final del año las previsiones iniciales, a menos que la tendencia marcada en este mes se compense en el resto del año, lo que no parece probable.

Puerta abierta a la esperanza

Basta señalar a este respecto que la eventualidad de una baja del dólar en los próximos meses está condicionada a un giro de la política económica norteamericana. Esta, sin embargo, no presenta signos de variar. El recrudecimiento de la inflación en el mes de julio (1,2%) hace prever una prolongación de la política monetaria estadounidense y, como consecuencia, de los altos tipos de interés. No hay que olvidar que el alto precio del dinero internacional es una de las causas del retraso en la salida de la crisis global.Hay que señalar, sin embargo, que no todos los análisis de coyuntura son tan pesimistas o realistas como los anteriormente señalados. En este sentido, el realizado por Coyuntura Económica, publicación de las cajas de ahorro, deja «una puerta abierta a la esperanza». Con los datos correspondientes al mes de junio, dicha publicación estima que las cifras de paro registrado (que han descendido por segundo mes consecutivo), el mínimo crecimiento de la tasa de inflación en dicho mes y el efecto positivo que pueda tener sobre la inversión la firma del acuerdo nacional sobre empleo (ANE) son tres elementos a tener en cuenta.

No obstante, la misma publicación advierte que «los problemas básicos de la economía española siguen estando presentes» y aventura que las autoridades económicas parece que están jugándose todo a una carta, es decir, el efecto que tenga sobre la economía la prevista reducción salarial que traerá el ANE. En este sentido añade que «el ajuste no puede hacerse exclusivamente por los salarlos, sino en otros muchos frentes, como son la desaparición de empresas ineficaces y generando la suficiente capacidad empresarial para obtener beneficios.

El dólar, a 99 pesetas

Por otro lado, el dólar experimentó ayer un ligero retroceso en el mercado madrileño, donde volvió a cerrar por debajo de la barrera de las cien pesetas, El martes, el dólar había saltado de nuevo esa cotización, pero ayer regresó a lo que parece ser un valor estable, las 99 pesetas. La moneda norteamericana se estabilizó ayer en todos los mercados, al parecer como consecuencia de las medidas adoptadas la víspera por la Reserva Federal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_