La colonia de San Fermín, en Villaverde, tiene uno de los menores índices de paro de España
La colonia de San Fermín -con 6.253 personas censadas- es probablemente uno de los pocos núcleos madrileños donde el desempleo es algo secundario. Situada en el kilómetro seis de la carretera de Andalucía, dentro del área industrial de Villa verde Bajo, entre la autovía y la ribera del Manzanares, sólo un porcentaje inferior al 2% de su población activa está en paro. Las cifras son de las más bajas de todo el país, si no la que más. La instalación en los últimos tiempos de doscientos centros industriales, que suponen el 40% de los puestos laborales de todo Villaverde, ha resuelto el problema.
Más de ochocientas empresas se han afincado en los últimos cuarenta años en Viliaverde Bajo, aprovechando las ventajas de la infraestructura viaria, la abundancia de mano de obra y la existencia de locales y solares a bajo precio. El distrito se ha convertido así en una de las zonas industriales más activas de Madrid: actualmente engendra el 20% del empleo industrial del municipio y el 15% de la provincia.En él destaca, claramente el barrio de San Fermín, que registra un índice de paro inferior al de todos los barrios de Madrid: menos del 2% de su población activa, compuesta por 6.253 individuos. La instalación en su suelo de doscientos centros industriales, que suponen el 40% de los puestos laborales de Villaverde Bajo, ha contribuido a solventar el problema del desempleo, tan acuciante en otros puntos del extrarradio.
San Fermín no carece, sin embargo, de la condición de barrio dormitorio propia de los asentamientos periféricos: más de la mitad de sus trabajadores se desplaza diariamente al casco urbano para cumplir su jornada laboral. Esto afecta principalmente a funcionarios y empleados de oficinas (27",, de la población activa) y a cuadros de empresas (7,5%), que han llegado a San Fermín a raíz de la construcción de las últimas colonias, y que han modificado el carácter meramente obrero que había tenido el barrio hasta entonces. El contingente de trabajadores manuales supera el 57%.
Las diferencias sociolaborales del vecindario se manifiestan en las sucesivas promociones de viviendas, cuya calidad y precio aumenta de Sur a Norte: en el Sur está, el poblado de San Fermín y el grupo chabolista de La Perla, que cobija al, sector más deprimido; en el centro está, la colonia de San Fermín, núcleo primitivo que dio origen al barrio; por fin, al Norte, están las colonias de Virgen de la Antigua Y de Andalucía, donde residen las familias de clase media y media-baja.
Colonias, poblado y chabolas
La colonia de San Fermín surge en 1946, en el mismo emplazamiento de la antigua colonia Popular Madrileña, promocionada por UGT en 1933 y destruida por la guerra civil. La nueva colonia es una de las primeras actuaciones del recién creado Instituto Nacional de la Vivienda. Se dice que su director, Federico Mayo Gayarre, de procedencia navarra, fue el que dio nombre al barrio y a las calles principales.
La colonia es un conjunto de 490 viviendas en régimen de alquiler, unifamiliares, adosadas, de una o dos plantas, con una superficie, de cincuenta a sesenta metros cuadrados, un patio delantero y otro trasero, tres dormitorios y aseo. En general, la calidad de la construcción es aceptable, sobre todo si se compara con ulteriores realizaciones de la misma entidad. El único problema de la colonia es que la calificación del suelo permite alturas de dos a cuatro pisos, por lo que la mayoría del conjunto está fuera de ordenación. La Administración, propietaria de la colonia, todavía no ha tomado ninguna iniciativa que ponga en peligro la existencia de estas casas.
La segunda intervención oficial sucede en 1955. La Obra Sindical del Hogar construye el poblado de absorción de San Fortunato, más conocido como San Fermín, para alojar a las faMillas chabolistas de Jaime el Conquistador y Marqués de vadillo. Cuentan los vecinos que les trajeron de noche y en camiones, y que metieron a las familias de dos en dos porque aún no estaba construida una de las fases del poblado. Se trata de 1.221 viviendas de dos plantas, de reducidas dimensiones y graves deficiencias de edificación. Las viviendas se entregaron en 1957 en régimen de amortización diferida, o sea, que los vecinos habrían de pagar las 30.000 o 40.000 pesetas que costaba su casa en cincuenta años; pero a los veinticuatro años de su construcción ya son casi inhabitables. Por otro lado, los espacios entre bloques, que, según los planos iniciales, serían zona ajardinada, están abandonados, y la mayoría de las calles, sin asfaltar.
Actualmente se están construyendo 342 de las 1.215 viviendas que el INV prevéconstruir dentro del plan de remodelación de San Fermín. En el curso de los próximos dos o tres años, los habitantes del poblado se trasladarán a pisos confortables en bloques nuevos.
Asimismo está siendo remodelado el único colegio nacional del barrio, el República del Brasil, situado en terrenos del poblado. Las viejas instalaciones sufrían un proceso de deterioro grave y no tenían capacidad ya para atender las demandas de la población escolar del barrio.
Al lado del poblado, en el espacio que media entre éste y la carretera, se halla el grupo chabolista de La Perla. Es el núcleo más antiguo de San Fermin: se cifra su aparición en los años veinte, cuando el propietario de los terrenos, Ricardo Ferrando, promovió la construcción de una colonia que llevaba su nombre.
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