Los sindicatos no desean realizar la huelga de gasolineras convocada para el próximo fin de semana

La convocatoria de huelga en las gasolineras desde las seis de la mañana del próximo sábado hasta la misma hora del martes siguiente, día 1 de septiembre, seguía anoche en pie por parte de CC OO y UGT, después de que los empresarios se negaran a negociar el convenio hasta que el Gobierno no les suba las comisiones. Sin embargo, sindicatos, patronal y la propia Administración se mostraban a última hora convencidos de que no habrá paro.

La reafirmación de la convocatoria de huelga fue conocida al término de la primera reunión negociadora, celebrada desde las 11.15 horas hasta poco después de la una de la tarde. en el Ministerio de Trabajo, en presencia del inspector de trabajo que actúa como presidente de la mesa, Gil Delgado. Los representantes de la Confederación de Estaciones de Servicio, como se esperaba, dijeron al empezar que no están dispuestos a conceder nada, aunque comprenden las pretensiones de los trabajadores, y que si el Gobierno no quiere elevar las comisiones es porque tampoco desea que ellos suban los salarlos a la parte social. CC OO y UGT piden fundamentalmente una subida del 15% razonando que el laudo del año pasado elevó los sueldos el 12.5%, y la inflación durante los doce meses creció el 16%. El sueldo del expendedor de gasolina es de 1.081 pesetas al día, más un día al mes por quebranto de moneda y los pluses de nocturnidad y antigüedad.El presidente de la mesa, quien decidió levantar reunión ante la negativa patronal a negociar ninguno de los puntos del convenio, recordó que, según la primera parte del arbitraje dictado en junio, debería de pasarse un informe al director general de Trabajo. Fernando Somoza, para que en el plazo máximo de cinco días dicte un laudo de obligado cumplimiento, con especificación del incremento salarial. Como se sabe, la primera parte del arbitraje fue dictada hace casi dos meses, ante una convocatoria de huelga, luego aplazada: establecía un plazo que finaliza ahora para que las partes llegaran al acuerdo.

Aceptación del laudo

Los empresarios dijeron en la reunión que admitirían el laudo, pero nunca por propia voluntad, porque eso significaría reconocer ante Campsa y el Gobierno que su petición de aumento de comisiones es injustificada. Como se sabe, la legislación sobre los arbitrajes. que data de 1977. en la parte no derorada por la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, considera tales decisiones como sustitutorias del convenio y, por tanto, declara ilegales las convocatorias de huelgas que vayan contra los laudos.Aunque, los sindicatos reafirmaron la convocatoria y algún representante declaró a la agencia Efe que «los trabajadores poco entienden de leyes», las impresiones recogidas anoche por EL PAIS en medios solventes de CC OO y UGT indican que ambas centrales están dispuestas a admitir el laudo y a suspender la convocatoria en el momento en que se produzca. Incluso un dirigente sindical que participa en las negociaciones admitió la posibilidad de al menos, suspender o aplazar la huelga desde el momento en que haya una promesa de que la decisión administrativa va a ser aceptable.

El director general de Trabajo tiene un plazo de cinco días para dictar su decisión. No obstante, parece que no llegará a agotarlo, y antes del viernes se habrá pronunciado en algún sentido. A tal fin, representantes de CC OO UGT han unido el laudo a Somoza, según la sabido este periódico en medios próximos a ambas centrales y al director general. Fernando Somoza se reunirá hoy mismo con el presidente de la mesa, los sindicatos y los empresarios para recibir el informe en el que fundamentará su decisión,

La actitud de los trabajadores, de acuerdo con lo manifestado a EL PAIS por Juan Carlos Barbería y José Luis Padín, secretario federal del Combustible de UGT y secretario general del sindicato madrileño de Energía de CC OO, respectivamente, se basa en que la patronal espera todos los años el convenio para reforzar su petición de aumento de comisiones a Campsa, en un momento en que es difícil la comunicación con los trabajadores por las vacacionos de verano. Igualmente entienden que una convocatoria Je huelga sería quizá en estos momentos impopular, además de que se diferenciaría muy poco en sus aspiraciones del cierre.

En torno a s UGT aceptaría un laudo con un aumento salarial del 11%, cifra media de los arbitrajes habidos este año, Juan Carlos Barbería afirmó: «No nos quedará más remedio». Sin embargo, tanto él como Padín coincidieron en que los dos sindicatos mayoritarios adoptarán en todo momento una actitud conjunta.

Desde otra perspectiva, al conocer la impresión de que los sindicatos parecen dispuestos a no llevar a cabo la huelga, el presidente de la Confederación Nacional de Estaciones de Servico. Agustín Melón, declaró anoche a Efe: «No creo que la huelga se lleve a efecto, porque las centrales se darán cuenta de que no tienen fuerza para llevarla a cabo. También dijo que la huelea perjudicaría a los empresarios y no les serviría en absoluto como arma de presión ante el Gobierno. Al mismo tiempo, aprovecho la ocasión para calificar de «inoportunas, provocativas y factor desencadenante de la huelga» las declaraciones gubernamentales en el sentido de que no se aumentarán las comisiones hasta enero de 1983, pues la revisión es bianual y en enero último subieron de 1,98 pesetas el litro a 2,08 pesetas para el gasóleo y 2,22 para la gasolina; además, los empresarios reciben al año 960.000 pesetas.