Italia trata de reducir la tensión en el Mediterráneo

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Emilio Colombo, ha manifestado que Italia está en contacto con Libia desde el incidente del miércoles en el golfo de Sidra entre los SU-22 libios y los F-14 norteamericanos. "La situación es gravemente preocupante", ha dicho Colombo, "y esto obliga a Italia, por la responsabilidad que tiene en la zona mediterránea, a realizar todos los esfuerzos para eliminar las causas de la tensión".El incidente aéreo libio-norteamericano, que se desarrolló a menos de doscientas millas de las costas de Sicilia, ha servido para que Colombo calificara de "arbitraria" la pretensión Jibia de considerar como propio el golfo de Sidra y manifestara las reservas de Roma sobre la actual política del Gobierno de Trípoli con respecto a Estados Unidos, algunos países occidentales y determinados países africanos moderados.

Las manifestaciones del jefe de la diplomacia italiana se produjeron ayer en una reunión conjunta de las comisiones de Defensa y Exteriores de la Cámara de los Diputados, reunidas con carácter extraordinario para debatir la instalación de 112 misiles Cruise en Sicilia y la decisión estadounidense de fabricar la bomba de neutrones.

Como hizo el jueves en un debate similar ante el Senado, Colombo insistió en la absoluta necesidad de que la Alianza Atlántica mantenga su programa de modernización de las fuerzas nucleares de largo alcance, al tiempo que hace ofertas de negociación a la URSS para la reducción de estos armamentos. Desde este punto de vista hay que interpretar la decisión de almacenar en Cossimo los 112 Cruise que desplegará Italia, ya que así se "aumenta la credibilidad" de la decisión de la OTAN de hacer frente a los misiles SS-20 soviéticos.

El ministro afirmó en el Senado que Italia "concede una importancia capital a la concertación en el seno de la Alianza", y criticó implícitamente la forma que tiene Reagan -sobre todo en el caso de la bomba de neutrones- de colocar a sus aliados ante hechos consumados. Sobre la bomba N, Colombo reiteró que no se instalará en Europa sin consentimiento europeo.