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El Banco de España estima que no habrá crecimiento económico este año

El último Boletín Económico del Banco de España señala que «el conjunto de previsiones para 1981 apunta hacia un estancamiento global en los niveles de producción y actividad respecto de 1980». La afirmación, contenida en un trabajo terminado hace un mes por el servicio de estudios del banco emisor, se suma así a la noticia publicada por las mismas fechas en EL PAÍS, según la cual en el primer semestre, de acuerdo con estimaciones de expertos de primera fila, el crecimiento económico había sido negativo. Noticia que al día siguiente desmintieron a través de una agencia fuentes de la máxima solvencia del Ministerio de Economía.El estudio del Banco de España, que rompe un largo silencio en este campo al aventurar previsiones concretas, concluye que, dentro de un contexto de crecimientos muy, débiles o negativos en el conjunto de los países europeos de la OCDE para 1981, el perfil del año sería para el nuestro más favorable en el segundo semestre. Ello -añade- en el caso de que se produjese una recuperación de las exportaciones y, la demanda interior registrase un comportamiento menos negativo.

El banco emisor estima que la producción de bienes y servicios de la economía española va a situarse en un nivel medio, similar al de 1980 (el Gobierno esperaba al menos un 2%). El sector primario descenderá, pues el valor añadido del subsector agrario puede disminuir entre un 2% y un 3%, frente al incremento del 10% en 1980. Para el conjunto de actividades no agrarias se augura un crecimiento no superior al 0,6%, con ligera variación positiva de la construcción y pequeña caída de la industria. El sector terciario o de servicios será menos expansivo que el año pasado (1% de aumento), pero mostrará posiblemente un crecimiento positivo.

En opinión del Banco de España, durante el primer trimestre de 1981 hubo descenso del producto interior bruto, tanto en términos intertrimestrales como respecto al mismo período de 1980. Sin embargo, el consumo de energía eléctrica durante el segundo trimestre de 1981, aunque ha descendido sobre el primero, muestra un perfil ascendente.

Por el lado de la demanda se espera para todo el presente año una aportación neta positiva del sector exterior, derivada de un aumento moderado de las exportaciones en el segundo semestre y de un descenso general de las importaciones. Sin embargo, la demanda interior puede retroceder ligeramente. Esto sería consecuencia, sobre todo, del descenso previsible en el consumo privado, de la desaceleración del consumo público y de la actuación de la inversión, que puede crecer por primera vez desde 1974 en cuanto a formación bruta de capital fijo, pero retrocederá en la variación de existencias.

El moderado descenso del consumo privado se atribuye al menor crecimiento de la renta nominal disponible que el deflactor del consumo. Frente a un aumento real del 6,1% en ésta durante 1980, para el presente año descenderá un 0,9% (con inflación supuesta del 15%), como consecuencia de un menor aumento salarial neto por persona ocupada en torno a dos puntos.

Otra previsión del Banco de España es que, aunque el ahorro respecto de la renta disponible familiar retroceda en 1981, esta disminución probablemente será de menor magnitud que las registradas en anos precedentes. Así, su efecto sobre el crecimiento del consumo va a ser inferior al de 1980.

En cuanto a la evolución de los precios en los primeros meses del año, el informe recuerda que en abril y mayo hubo una desaceleración importante. La causa estuve, sobre todo, en el descenso de precios de los productos alimenticios incluidos en el índice de precios al consumo, aunque los artículos no alimenticios-no energéticos han mostrado una tendencia al alza mayor que la apuntada en los meses precedentes.

Por último, el estudio del Banco de España centra la posible mejoría de la inversión en un aumento muy moderado en la construcción y en bienes de equipo.

En relación con este tema, el servicio de estudios del Banco Hispano Americano afirma en el último número del boletín Pulso Bursátil que las últimas estimaciones de la inversión parecen afianzar la esperanza de que el quinquenio negro inversor 1975-1979 sea definitivamente cosa del pasado. El cambio de tendencia que se inició moderadamente el año pasado -agrega- se está consolidando en 1981, y hay motivos para esperar que se acentúe en 1982.

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