La sublevación militar de Bolivia gana importantes apoyos civiles y militares para consolidarse
El golpe militar iniciado el lunes en Bolivia contra el general García Meza parece en vías de consolidacion. Los generales Alberto Natusch y Lucio Añez, que encabezan la rebelión, afirman contar con el apoyo de seis de las nueve divisiones del país andino. Los sublevados controlan la ciudad de Santa Cruz, segunda en importancia del país, y advirtieron ayer que avanzarán hacia La Paz si el general García Meza no renuncia inmediatamente al poder. La Central Obrera Boliviana (COB) ha lanzado desde la clandestinidad la consigna de huelga general indefinida en apoyo de los sublevados.
Una misión negociadora enviada por García Meza ha abandonado Santa Cruz sin haber llegado a ningún acuerdo con los rebeldes. El jefe del Estado Mayor del Ejército, en nombre de los tres miembros de la Junta militar que gobierna, ofreció la renuncia de García Meza a cambio de la rendición, pero la propuesta no fue aceptada.Los sublevados controlan numerosas emisoras radiofónicas del país, que han ido sumándose a su causa a medida que pasan las horas. Desde una denominada "Cadena de la Dignidad Nacional", los generales Natusch y Añez han anunciado su programa político, que básicamente consiste en restaurar las libertades, eliminar la corrupción y el tráfico de cocaína, mejorar la arruinada imagen de Bolivia en el mundo y respetar a los sindicatos y a la Prensa.
Tanto los generales Natusch -ex presidente de la República y autor él mismo del golpe de Estado de noviembre de 1979- como Añez habían participado en el ultimo levantamiento contra García Meza, el mes pasado. Ambos habían sido deportados junto con el general Cayoja y, antes, el también ex presidente Hugo Bánzer.
García Meza, que controla todavía las ciudades de La Paz, Oruro y Cochabamba, afirmaba ayer que estaba dispuesto a resistir. Desde la televisión estatal, en La Paz, el presidente ha acusado a los cabecillas del levantamiento de estar "vinculados a grupos de extrema izquierda". Los militares rebeldes han reiterado en sus proclamas que no están en contacto con ningún grupo político y que su movimiento es exclusivamente institucionalista y militar.
La Paz y Santa Cruz, los dos polos de la situación boliviana, permanecían ayer en calma. La segunda de las ciudades, bajo pleno. dominio de los insurgentes. La capital, a excepción de la cerrada Universidad, desarrollaba su actividad casi con normalidad.
Sobre Santa Cruz están confluyendo numerosos efectivos militares para unirse a las tropas de Natusch y Añez Rivera. Soldados de la Tercera, Cuarta' y Quinta divisiones -con base, respectivamente, en Villamonte, Camiri y Robore- controlan ahora toda la zona cruceña, la más. importante del país. Un grupo de operaciones especiales de la Fuerza Naval ha ocupado la presa de Corani, de la que depende el suministro eléctrico de la región de mayor importancia eeonómica de Bolivia.
En declaraciones telefónicas a una emisora argentina, Lucio Añez ha dicho que sus tropas avanzarán hacia Oruro, La Paz y Cochabamba si las guarniciones de estas ciudades no se unen a la sublevación. "No cederemos hasta conseguir la renuncia del actual jefe del Estado y la pequeña camarilla que le acompaña", añadió el general rebelde, un militar con fama de moderado en las fuerzas armadas.
"Nuestro movimiento es puramente castrense y no tenemos compromisos con ningún partido político... Si llegamos al Palacio Quemado -sede de la Presidencia-, constituiremos un Gobierno con el general Natusch, si así lo aprueban las fuerzas armadas".
Desde Lima, donde está exillado, el vencedor de las pasadas elecciones presidenciales, Hernán Siles Zuazo, ha manifestado su apoyo a la sublevación. Lo mismo ha hecho desde Santiago de Chile la ex presidenta Lidia Gueller, quien anunció que regresará a La Paz tan pronto como García Meza haya sido forzado a dejar el poder.
Hernán Siles, líder de la Unidad Democrática y Popular, la coalición que obtuvo la mayoría en las elecciones de 1979, precisó que la caída de García Meza "puede abrir la posibilidad de un gran acuerdo nacional para el retorno de Bolivia a la democracia". "La rebelión contra el general Garcia Meza ha sido emprend 'da por las reservas morales de las fuerzas armadas".
Lidia Gueiler, por su parte, calificó a Natusch -que la, entregó el poder en 1979, después de que su golpe sangriento se viniera abajo por falta de apoyo- de "militar institucíonalista y progresista, en el que se puede tener confianza".
Fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores señalaron ayer en Madrid que la colonia española en la ciudad de Santa Cruz no se ha visto afectada por el levantamiento militar.
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