_
_
_
_

"El Vignolas", cuatro siglos de un clásico de la arquitectura

Aparece la última edición española de sus "reglas"

A las numerosas ediciones existentes de la Regla de los cinco órdenes de arquitectura (1562), de Vignola, un clásico fundamental en la teoría del arte, se ha sumado recientemente la publicada en Murcia por la comisión de Cultura del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos y la galería-librería Yerba, con la colaboración de la Consejería de Cultura del Consejo Regional.

Realizada sobre una reproducción facsímile del Vignolas de los propietarios, de Moisy, impresa en Francia en el siglo XIX, la peculiaridad e interés de esta edición consiste en ofrecer un ropaje documental que permite situar a la obra dentro de una perspectiva histórica. En la introducción, Francisco Calvo Serraller estudia el tratado de arquitectura de Vignola en el contexto de la teoría arquitectónica del Renacimiento, las razones de su fortuna histórica y la difusión que tuvo en España, donde apareció por primera vez en 1593. A continuación se da una relación de las ediciones del Vignolas que se hicieron en los siglos XVII, XVIII y XIX, así como de sus principales traducciones; francesas, inglesas, latinas, rusas, españolas, alemanas y polígiotas. Por último se incluye una nota biográfica

Un arquitecto renacentista

El autor de la famosa Regla, Giacomo Barozzi, nació el día 1 de octubre de 1507, en la región boloñesa de Vignola, en el seno de una familia de noble estirpe. En la ciudad de Bolonia se inició en el arte de la pintura, que abandonó para dedicarse a estudiar perspectiva y arquitectura en Roma, «donde sus verdaderos maestros fueron las ruinas de los edificios antiguos, que él midió y dibujó varias veces», escribe Francesco Míliza, uno de sus biógrafos.Hacia 1537, Giacomo marcha a Francia, donde trabajó para elrey Francisco I durante dos años, pasados los cuales regresa a su patria. Ya en Roma inicia su carrera como arquitecto con el proyecto y construcción de diversos edificios religiosos y civiles. Entre ellos destacan la iglesia de San Andrea, en Via Fiaminia (Roma), el palacio de la Caprarola o la iglesia de Capo di Monte, construida por encargo del cardenal Alejandro Farnese, en 1562.

Cuando muere Miguel Angel, en 1564, Barozzi es nombrado arquitecto de las obras de San Pedro del Vaticano, y desde esa fecha hasta su muerte, enjullo de 1573. trabaja también en otras obras, como la iglesia de San Orestes o el Colegio de los Barnabiti, en Peruala.

El vigor de unas reglas

La clave de la vigencia de las reglas vignolianas, su perdurabilidad a lo largo de los siglos, está en la funcionalidad y sentido didáctico con que se establece en en las una teoría completamente ortodoxa de las cinco órdenes de la gramática arquitectónica clásica de Vitruvio.El proceso de recuperación de este autor clásico y de transformación cualitativa de su interpretación, que alcanzó su madurez en el Renacimiento, se plasmó en cuatro grandes tratados vitruvianos: el de Serlio, Palladio y Scamozzi, además del de Vignola. Si fue este último el que gozó de mayor difusión y fortuna histórica -explica Calvo Serraller en la introducción- se debe a los dos grandes principios que lo inspiran: la funcionalidad y el sentido académico.

«Breve y fácil son adjetivos que casan con eficaz», escribe el introductor, «y así las Regole se convirtieron pronto en el manual por antonomasia de la arquitectura moderna, y en concreto en «la gramática y morfología definitivas del manierismo en la arquitectura", según L. Grassi».

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, el libro de Vignola se convirtió en el auténtico manual del alumno de arquitectura y del aficionado, pues por su forma sobria y accesible era utilizado en las escuelas como texto pedagógico. Editado infinidad de veces y traducido a todas las lenguas, la enorme popularidad que alcanzó el Vignolas se comprueba en cualquier bibliografía de arquitectura.

Con la llegada de la artesanía industrial, la difusión del Vignolas se acrecentó todavía más, pues «constituía el manual perfecto para ser manejado por gentes no especialmente cualificadas, desde un punto de vista cultural y creativo», apunta Calvo Serraller. «En pleno siglo XIX, cuando ya empieza a hacer crisis el sistema arquitectónico clásico, las Regole siguen editándose con las más diversas aplicaciones gremiales, uno de cuyos ejemplos lo tenemos precisamente en este Vignolas de los propieiarios, de Moisy, seguido de la carpintería, el maderaje y la cerrajería», de Thiollet.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_