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Alí Rayai, con el apoyo de Jomeini virtual presidente de Irán

Las elecciones presidenciales y parlamentarias iraníes se desarrollaron ayer en un ambiente marcado por la certeza de que Mohamed Alí Rayal, de 48 años, será el nuevo jefe del Estado. La Presidencia de la República Islámica permanecía vacante desde la destitución de Abolhassan Banisadr, el pasado 22 de junio. La jornada electoral se caracterizó por un enorme despliegue de medidas de seguridad y por varios actos terroristas, que se saldaron con la muerte de siete personas. Otras ocho más resultaron gravemente heridas.

Desde primeras horas de la mañana, los iraníes acudieron a las urnas para elegir un nuevo presidente de la República Islámica y 53 nuevos diputados al Parlamento (Majlis). Los colegios electorales de Teherán estuvieron desde el comienzo del día fuertemente custodiados en previsión de atentados que impidieran la celebración de los comicios. Los colegios permanecieron abiertos dos horas más del plazo inicialmente previsto.Las opciones del electorado se han visto reducidas al mínimo en la elección presidencial, ya que de los cuatro candidatos que se presentaban, tres de ellos apenas realizaron campaña y recomendaron a sus posibles votantes que dieran su voto al candidato propuesto por el Partido de la República Islámica y actual primer ministro, Mohamed Alí Rayai, que cuenta con el apoyo del imán Jomeini. Sorprendentemente, el Ministerio del Interior anunció ayer que los resultados electorales se conocerán hoy; los electores censados superan los 21 millones y el escrutinio se realiza a mano.

Asimismo, las autoridades han desplegado grandes esfuerzos para evitar la abstención, preconizada por la oposición al régimen de Teherán, encabezada hoy por el ex presidente Banisadr. De ser muy elevada la ausencia de votantes, sus efectos tendrían amplias repercusiones políticas. Por ello, los gobernantes islámicos decidieron recientemente rebajar desde los 16 a los 15 años la edad mínima para poder votar. Esta medida ha supuesto la inclusión de un millón de adolescentes entre los electores. Además, las autoridades han recordado reiteradamente que el ejercicio del voto es un deber islámico.

Días atrás, las autoridades iraníes denunciaron el descubrimiento de un plan, diseñado por la organización islamo-marxista Mujaidin e Jalq, para destruir las urnas en la mayor parte de los colegios electorales. Sesenta supuestos miembros de esta organización armada fueron detenidos el miércoles por su presunta intervención en este proyecto.

Sin embargo, estas medidas no pudieron impedir que ayer Teherán registrara dos graves atentados, en los cuales cinco personas murieron, dos de ellas, guardianes de la revolución, y una tercera, miembro de un comité revolucionario. Igualmente, en Chahr e Rey, periferia meridional de Teherán, dos personas murieron y otras dos resultaron gravemente heridas.

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