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Seis artefactos explosivos destruyen otras tantas instalaciones de Iberduero en Guipuzcoa

Seis artefactos explosivos destruyeron en la madrugada de ayer otras tantas instalaciones de la red eléctrica de Iberduero en Guipúzcoa y provocaron cortes de suministro, de carácter local, que afectaron a unas 5.000 personas en distintos puntos de la provincia. Las secciones de CC OO, ELA-STV y UGT de Iberduero han dado a conocer un comunicado en el que alertan a instituciones y opinión pública sobre las graves consecuencias que podrían tener nuevos actos terroristas.Las explosiones de ayer se produjeron de forma escalonada, con intervalos de media hora aproximadamente, entre la 1.30 y las 4.00 horas. Los artefactos contenían, en cada caso, según fuentes policiales, dos kilos de Goma 2 y coinciden con el anuncio de un refuerzo de la vigilancia sobre dependencias de Iberduero. Las instalaciones afectadas son dos estaciones transformadoras de distribución, una en Lezo, cerca del puerto de Pasajes, que quedó destruida, y otra en Oñate, en la zona este de la provincia, así como cuatro centros de transformación en los barrios donostiarras de Ayete y Ulía, en la zona residencial Pakea, también de San Sebastián, y en el Sindicato de Pesca, situado en una carretera próxima a Lezo.

Como consecuencia de las averías, que en algunos casos requirieron la intervención de los bomberos para dominar el incendio de los aparatos, se produjo un apagón generalizado en parte de Rentería y zonas aisladas de San Sebastián y Pasajes. Algunas pequeñas y medianas empresas no pudieron funcionar ayer por este motivo. Entre los centros afectados se encuentra la clínica de Nuestra Señora del Coro, a la que pudo restablecerse el suministro a media mañana.

Las secciones sindicales de CC OO, UGT y ELA-STV en la compañía Iberduero difundieron ayer un documento en el que manifiestan que se encuentran altamente preocupados por la situación del sistema primario de la red eléctrica en Guipúzcoa, gravemente afectado por la destrucción de dos transformadores de 400.000 y 300.000 voltiamperios, el sábado, en la subestación de Hernani. Estos aparatos, destinados a reducir la potencia de transporte hasta límites adecuados para el suministro a grandes industrias y a la red de distribución, tardarán en repararse entre seis meses y un año. El incremento de la demanda de energía eléctrica al término del período veraniego podría obligar a efectuar restricciones. Las secciones sindicales citadas indican que un nuevo atentado contra la red primaria llevaría al cierre de empresas, temporal o definitivo, disminución de horas hábiles de trabajo en otras y problemas de funcionamiento en plantas congeladoras.

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