La reaparición de Antonio Ordóñez ya es definitiva

Vuelve definitivamente Antonio Ordóñez, que toreará en la presente temporada entre veinte y veinticinco corridas, empezando, en la última decena del mes de agosto, por las plazas de la Costa del Sol. Hará durante el invierno la campana americana y el año próximo participará en las principales ferias, entre otras, la fallera, de Valencia; la de Sevilla, y la de San Isidro, en Madrid.Según el diario Sur, de Málaga, que daba ayer la noticia de esta reaparición, Antonio Ordóñez ha Firmado un contrato de exclusiva con la casa Balañá, a la que representa el hombre de confianza de esta empresa, Manuel Cisneros.

El cartel de la tradicional corrida goyesca, por otra parte, que habitualmente se celebra en Ronda durante el mes de septiembre, ya ha sido ultimado y lo componen Antonio Ordóñez, Manolo Vázquez y Antoñete. Los toros seguramente pertenecerán a la ganadería de Carlos Núñez.

El regreso de Antonio Ordóñez, que se une al que ya han efectuado a principio de temporada otros diestros veteranos de su época, se produce en un momento de aguda crisis de figuras dentro del mundillo taurino y podría servir para consolidar la reinstauración de las pautas del toreo de arte que ya se ha empezado a producir durante la presente temporada.

En cambio, la reaparición podría no estar rodeada de excesivas facilidades, aunque la programación de colegas sea totalmente favorable al torero, si, como se espera, el Ministerio del Interior se decide a poner en práctica las medidas reglamentarias vigentes para abortar de forma definitiva el afeitado, el cual es, ya, el fraude más prolongado y grave que ha padecido el espectáculo taurino durante los últimos cuarenta años.

A pesar de que permanece muchos años retirado, con aisladas salidas a festivales y a la tradicional corrida de Ronda, Antonio Ordóñez, que goza de gran popularidad, es para los espectadores en general y para muchos aficionados la Figura más importante del toreo que ha habido en las tres últimas décadas y una de las fundamentales en toda la historia del toreo. Para otros aficionados, en cambio, la estricta técnica de su forma de concebir los pases de muleta es discutible y además le ha acompañado excesivamente el escándalo en corrí das donde su presencia parecía imponer el toro chico, escaso de fuerza y sospechoso de pitones.

De cualquier forma, la personalidad de Antonio Ordóñez, su significación en la fiesta y el empaque con que ejecuta las suertes, tanto de capa como en el último tercio, le convierten en la figura indiscutible del plantel de matadores en el momento mismo en que se ha decidido a reaparecer.