Las autoridades islámicas garantizan la libre concurrencia política en las próximas elecciones iraníes

Todas las organizaciones políticas que acepten el régimen islámico podrán concurrir a las elecciones presidenciales y parlamentarias que se celebrarán en Irán a primeros de agosto, a más tardar. Esta fase, en boca del nuevo hombre fuerte del régimen de Teherán, el hojatoleslam (dirigente de la plegaria del viernes) Mohamed Bahonar, nuevo secretario del Partido de la República Islámica y sucesor del ayatollah Bejesti, parece resumir la oferta política realizada por los dirigentes del partido hegemónico iraní para hallar una salida política a la crisis.

Las palabras de Bahonar, pronunciadas ayer en Teherán durante una conferencia de Prensa, habían sido precedidas por otras en similares términos del hojatoleslam Hasemi Rafsanjani, presidente del Parlamento, en las cuales ofrecía incluso la televisión a las fuerzas políticas de oposición, sin excluir al ex presidente Abolhassan Banisadr, para presentar al país sus puntos de vista sobre la situación.Todo hace pensar que ha sido esta salida pragmática la que ha acabado por imponerse sobre otras que podrían haber puesto en un grave trance a la revolución islámica.

Centro terrorista

En su conferencia de Prensa, Mohamed Bahonar, un hombre enjuto y templado, de mirada penetrante, excluyó explícitamente a los grupos armados de su oferta política y reveló detalles sobre las investigaciones que realiza el Gobierno de Teherán para esclarecer el atentado del pasado domingo, que hasta ahora se ha cobrado ya 74 vidas. Bahonar dijo que el miércoles por la noche fue localizado un centro terrorista al este de la capital iraní, desde donde un grupo armado que no identificó planeaba volar el Parlamento y un puente próximo a la estación de ferrocarril. Dijo también que cincuenta personas vinculadas a este centro habían sido detenidas y que se les había incautado un elevado número de automóviles repletos de armas.

El nuevo secretario general del partido islámico calificó repetidamente el atentado del domingo como "agresión de Irak y Estados Unidos", y subrayó que sería el último acto contra la revolución islámica. El hojatoleslam Bahonar dijo que permanecería poco tiempo en su nuevo puesto, lo cual se interpreta como una indicación de que a corto plazo desempeñará puestos políticos de mayor envergadura aún. Señaló luego que el partido que preside convocará en cincuenta días un congreso y que hasta el momento no tiene un único candidato para cubrir la presidencia de la República.

Por último, Mohamed Bahonar dijo que su partido tomaría algunas medidas para "limitar el capitalismo" al que vinculó con los recientes acontecimientos sufridos por Irán.

Hasemi Rafsanjani, presidente del Parlamento iraní, reunió ayer en el Majlis (Parlamento) a 182 diputados, algunos de ellos gravemente heridos en la matanza del pasado domingo en Teherán.

Sobre los escaños de los diputados muertos había colocados ramos de flores y fotografías de las víctimas, y la Cámara se llenó de sollozos cuando los nombres de los muertos fueron evocados por el presidente.

Con los diputados heridos sobre sus camillas y los sanos en pie, Rafsanjani repitió de viva voz y durante catorce veces seguidas "¡Muerte a América!", lo que fue coreado estruendosamente por los diputados asistentes.

Rafsanjani, en una actitud pragmática, dijo que "todos tienen derecho a expresarse libremente en esta Cámara", para añadir luego que había dado instrucciones a los cuerpos de seguridad con el propósito de proteger las vidas de los diputados de la oposición.

El Majlis, a raíz de la muerte de Mustafá Chamran, del atentado contra Sayed Jamenei y de las muertes de veintisiete de sus miembros el domingo, afronta problemas de funcionamiento, ya que con los últimos acontecimientos su quórum ha quedado mermado y, según la Constitución, para que sus decisiones sean válidas deben estar presentes las dos terceras partes de sus parlamentarios.

Ayer las autoridades iraníes dieron detalle sobre el asesinato del director de la prisión de Evin, Mohamed Kajuei, y aseguraron que fue asesinado por un "guardián de la revolución" que pertenecía al grupo izquierdista de los "Muyaidine e Jalq", algunos de cuyos militantes fueron ayer pasados por las armas en las ciudades de Isphahan y Jalu.