Las jornadas sobre urgencias, suspendidas por incomparecencia de las autoridades sanitarias

Ninguna de las autoridades sanitarias del Ministerio de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, del Ayuntamiento y de la Diputación, a pesar de que habían comprometido su presencia, tuvo a bien asistir a las Primeras Jornadas Sanitarias sobre Urgencias Médicas de Madrid, organizadas por la Sociedad Española de Directores y Gerentes de Hospitales y de planificación de servicios sanitarios, la Asociación para el Desarrollo Hospitalario de la Región Centro y la Diputación Provincial. No hubo más remedio que suspender las jornadas.

«La asistencia a las urgencias de la provincia de Madrid es un tema tan trascendente que nuestra Sociedad (se refiere a la Sociedad de Directores y Gerentes de Hospitales) ha creído oportuno en la crítica situación actual abordarlo como corresponde mediante unas jornadas sanitarias». Así rezaba la nota enviada a la Prensa por el doctor Alberto Berguer, secretario general de la misma, quien añadía a continuación: «Las soluciones son difíciles, pero todas pasan por la conjunción de actitudes políticas diversas, debidamente coordinadas con las posibilidades técnicas. Es por ello que técnicos y políticos implicados en el problema de las urgencias de Madrid han de manifestar, por separado pero paralelamente, la capacidad de racionalización de este sector de la asistencia ciudadana, buscando, si no las soluciones, al menos las premisas que un desarrollo posterior pueda hacer realidad».Las jornadas se basaban en la documentación preparada por un equipo de médicos, muchos de ellos expertos además en la organización y gestión de la asistencia sanitaria, hospitalaria o extrahospitalaria. El objetivo final que animaba a las jornadas era muy simple: los estudios realizados por los ponentes demostraban el mal funcionamiento del servicio de urgencias en Madrid, y apuntaban a las reformas estructurales necesarias Pero quien tiene capacidad de decisión para llevarlas a cabo son las autoridades administrativas del Ministerio, Ayuntamiento o Diputación. Es por esto que, después de dar lectura a la ponencia de los técnicos, estaba prevista la constitución de tres mesas redondas en las que debían participar los cargos públicos.

Decepción entre los técnicos

La decepción de los técnicos fue tremenda cuando comprobaron que ninguno de ellos se había presentado en el pabellón docente del Hospital Provincial, lugar elegido para el desarrollo de las jornadas, a la hora prevista. Los promotores de aquéllas conocen perfectamente los recelos y rivalidades basados la mayor parte de ellos en el afán de protagonismo, que impide que los distintos departamentos del Ministerio, y de éste con el Ayuntamiento o la Diputación, consigan ponerse de acuerdo sobre la reconversión del actual sistema de atención a las urgencias. Pero tampoco esperaban que ni una sola de las personas citadas acudiera a la cita, a pesar de que en la mayoría de los casos se había insistido en asegurar su presencia.Así, el ministro, Jesús Sancho Rof, excusó su asistencia por ser el viernes día del Consejo de Ministros; el secretario de Estado para la Sanidad se encuentra de viaje, por lo que el director general de Planificación tampoco podía acudir, ya que se encontraba cubriendo la ausencia de sus superiores. El director provincial del Insalud no contestó siquiera a la invitación. En cuanto al Ayuntamiento, estaba prevista la presencia de Juan Francisco Pla, concejal responsable de Sanidad, que ni fue ni presentó disculpa alguna, al menos a título de cortesía. En el mismo caso se encuentra la persona que debería haber ido en representación de la Diputación Provincial, si bien es cierto que estos dos últimos organismos de la Administración local no tienen la responsabilidad ni los medios en materia de asistencia sanitaria que el Ministerio, según afirmó el doctor Verguer.