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El Gobierno argentino se ve incapaz de frenar el colapso de la economía

La apatía oficial está llegando a extremos realmente increíbles, mientras el colapso de la economía argentina se precipita, aunque en medidas confusas.

El dólar está ya a 5.000 pesos en el mercado negro, o paralelo, como dicen los porteños, tan amigos de los eufemismos. Pero el ansia febril de ahorradores e inversionistas está acaparando dólares a un ritmo endiablado y el drenaje de divisas es verdaderamente pavoroso, mientras las tasas de interés se alzan hasta las nubes y surge el temor de una incontenible espiral de inflación y devaluación, con un aparato productivo en plena recesión y el 11% de la población activa, es decir, dos millones de personas, en situación de paro.

Fuerte aumento del paro

Durante las últimas jornadas de marzo, antes de que culminara el mandato del anterior ministro de economía, el controvertido José Martínez de la Hoz, las tasas promedio de inflación habían llegado al 89%. La actual es casi un 5% superior a la de los agitados días previos a la asunción de las nuevas autoridades, que parecen incapaces de atacar el déficit del presupuesto para terminar así con la emisión.La base para la economía de mercado es la estabilidad monetaria, y con ella, tras ella, se debe emprender la liberación del sistema sin retrasos, afirman los economistas coherentes. Esa libertad y la competencia deben englobar el sector público y el privado. Se debe ir a la subsidiariedad, ya que el Estado no puede ser productor ni empresario.

El no verlo así está costando al nuevo Gobierno militar, que preside el general Roberto Viola, enfrentar una crisis de confianza generalizada, ya que el nuevo Gobierno en cuestión parece incapaz de resolver los cada vez más graves problemas económico- financieros de un país con una moneda que en lo que va de año ha perdido cerca del 120% de su valor con respecto al dólar, unas reservas que en pocos días han disminuido seiscientos millones de dólares y una deuda externa que se aproxima a los 30.000 millones de la moneda norteamericana.

El general Viola, de quien siempre se dijo aquí antes de que fuera la primera magistratura de la República que era «muy político», ha declarado recientemente que «el país atraviesa turbulencias coyunturales que serán superadas». Perú la gente se pregunta, cada vez más preocupada, si no será que el Gobierno administra meramente la coyuntura, en vez de gobernar.

La solución parece ser instaurar un programa coherente y realista, sobre todo realista, que tenga todo el respaldo político del poder militar. Así responderá el sistema, y se detendrá el hasta ahora desmesurado e irrefrenable coste de la vida -que aumentó cerca del ciento por ciento en un año-, bajarán los intereses, aparecerá la inversión, tanto la del ahorro interno como la del externo, y se reabrirá una expectativa favorable para Argentina, un país potencialmente muy rico y poco o casi nada explotado.

Masiva fuga de capitales

Por otra parte, durante las semanas que precedieron al traspaso de poderes en la Presidencia argentina, se produjo una masiva salida de capitales hacia el exterior, según el servicio de estudios del Banco de Expansión Industrial.El traspaso de poderes se desarrolló en medio de una delicada coyuntura económica, caracterizada por un fuerte endeudamiento exterior (unos 29.000 millones de dólares), un sistema financiero con problemas y un sector industrial en serias dificultades.

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