La pena de muerte

Se confirma que, en el curso de la próxima sesión del Parlamento Europeo (15 a 19 de este mes), la diputada socialista por Nancy , madame Vayssade, presentará en la mañana del 17 el proyecto de abolición de la pena capital en los países comunitarios.Venimos expresando desde hace tiempo en nuestras columnas, frente a posturas que nos parecen más formal que efectivamente eficaces en la defensa del orden social, que somos partidarios de la abolición. Pero sentiríamos que en nuestras propias filas algunos apelaran a cualquier argumentación teológica que pareciera comprometer a la Iglesia en una actitud necesariamente abolicionista, como si el respeto a la vida humana o los valores del Evangelio obligaran a todo cristiano a exigir al Estado la renuncia de la pena de muerte.

En esa línea de «hechos», de amansamiento de la fiera humana, es donde nosotros colocamos la sustitución gradual de los procedimientos violentos (lo mismo nos da la guerra que la pena de muerte) por los procedimientos del derecho y de la moral (lo mismo decimos de las convenciones internacionales que de la labor de la escuela). La abolición de la pena de muerte es un signo de civilización que puede coexistir con regresiones tan inhumanas como el aborto o con brutalidades atávicas como las del terrorismo. Quiere decir que la marcha no es uniforme. Es, con todo, una marcha.

, 16 de junio