El Teatro Estable de Navarra inicia su actividad tras dos años de preparación
Después de dos años de intenso trabajo, el Taller de Actores del Teatro Estable de Navarra (TEN), que dirige Ignacio Aranaz, estrenó ayer en Ansoain su primera obra, Esperando al zurdo, de Clifford Odets, obra todavía no representada en España. El Taller de Actores del TEN cuenta en la actualidad con cuarenta alumnos, de dieciocho a veintiún años, que trabajan todo el año, excepto el mes de julio. «Esto es lo que nos diferencia de otros grupos», indicó Aranaz a EL PAIS, «porque nuestro trabajo es continuo y abierto a todos los grupos de Pamplona».
Esperando al zurdo, estrenada en Estados Unidos en 1935 (uno de los papeles lo interpretó en el teatro Elia Kazan), es la obra que abre el nuevo período de la asimilación de los métodos de Stanislawski en Norteamérica y puede ser considerada como la obra embrión de lo que más tarde llegó a ser el Actor's Studio. La obra de Clifford Odets plantea a un colectivo de taxistas, reunidos en una asamblea para decidir si van o no a la huelga, en 1935, en medio de una situación de crisis económica generalizada en Estados Unidos. Esperando al zurdo recoge la tesis del partido comunista de entonces y analiza la situación de la clase obrera americana en aquel período de tiempo,«Nosotros nos hemos planteado el Taller de Actores», manifestó Ignacio Aranaz, «como una escuela permanente. Desde abril de 1979 han pasado por el Taller alrededor de doscientos alumnos, de los que actualmente permanecen cuarenta, que trabajan todo el año, incluso domingos. El trabajo nuestro, desde esta perspectiva, es estable».
En la actualidad, el Taller cuenta con seis profesores: Paca Ojea, de la Escuela de Arte Dramático de Madrid, y su ayudante, Amelia Gurucharri; Carlos Creus, del antiguo TEI, y su ayudante, Angel Sagués; José Laínez, del Conservatorio de Música de Pamplona, e Ignacio Fresan.
Los alumnos del Taller de Actores del TEN reciben enseñanzas de improvisación y técnicas de actor, voz, movimiento escénico y danza. Junta a estas clases fijas, en el Taller se han impartido cursillos de mimo, así como otros de teatro para maestros de la provincia. El local, situado en un barrio periférico de Pamplona, está cedido a precario por el Ministerio de Cultura, mientras que la Diputación Foral de Navarra colaborará este año con el TEN a través de una subvención de cuatro millones de Pesetas.
«En la actualidad», señala Ignacio Aranaz, «estamos sentando las bases para que en el futuro, en cuanto contemos con un local de representación, se pueda formar una compañía de teatro que, de forma estable, presente funciones en Pamplona y en el resto de Navarra. Por eso, el Taller del TEN está planteado como una escuela de actores, abierta y con un trabajo continuado. Esto es lo que nos puede diferenciar de otros grupos, que se dedican más a cursillos sin continuidad».
La subvención que el TEN recibe de la Diputación Foral de Navarra lleva consigo la obligación de efectuar las representaciones por los pueblos de la provincia.
Babelia
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