El Ejercito polaco, garantía última para salir de la crisis, afirma el primer ministro Jaruzelski
El general y primer ministro de Polonia, Wojciech Jaruzelski, afirmó ayer, ante el Parlamento (Sejm) de su país, que el Ejército polaco, «por su firmeza, infalibilidad y su determinación contribuirá eficazmente a sacar al país definitivamente de la crisis y colocarle en la vía de desarrollo sin que se produzca el drama». En un tono de dureza, acorde con las últimas resoluciones del partido, JaruzeIski aseguró que se tomarán «severas medidas» contra quienes atenten contra las fuerzas de seguridad, lo que significa su propósito de atajar las alteraciones de orden público que se vienen sucediendo en las últimas semanas. Asimismo, en el terreno económico, su mensaje no pudo ser más desolador: tampoco en el presente año se cumplirán los planes trazados.También en la reunión del Sejm, Jaruzelski anunció el cese del viceprimer ministro Henryk Kisiel, presidente de la Comisión de Planifiicación; del ministro de Comercio Interior y Servicios, Adam Kowalik; de Correos y Telecomunicaciones, Zbigniew Urdnicki; del presidente de la Comisión de Precios, Jerzy Gawryslak, y del ministro de Justicia, Jerzy Bafia, informa desde Bonn José Comas.
La reorganización ministerial se esperaba desde hace tiempo y trata de buscar una solución para los problemas económicos del país, donde la anunciada reforma económica, por ahora, no ha dado resultados. En los últimos días en Polonia escasea la gasolina y en las gasolineras se forman colas de hasta cuatro horas. El país no tiene divisas para comprar petróleo a los países árabes y depende completamente del suministro procedente de la Unión Soviética. Esta situación da rienda suelta a las especulaciones de que la URSS podría, antes de intervenir militarmente en Polonia, limitarse a cerrar el grifo del suministro de petróleo.
Jaruzelski anunció mano dura contra los que atacan al socialismo y pidió a Solidaridad que se desprenda de sus elementos radicales, anarquistas y enemigos del socialismo. El primer ministro dijo que el Gobierno espera contar con el apoyo de los medios de comunicación.
El propio Lech Walesa ha tomado buena nota del difícil momento por el que atraviesa el país y así el jueves pasado, en una fábrica de automóviles de Varsovia, el presidente de Solidaridad atacó a los sectores radicales de su organización y apeló a los afiliados al sindicato, para que no se metan en política.
Walesa dijo que Solidaridad es actualmente un movimiento social, pero deberá cada vez más centrarse en sus auténticos objetivos sindicales, «esforzaros en las empresas por no caer en la politización y ocuparos más de la gente que lo necesita de verdad. De la política deberían ocuparse otros».
Walesa se ocupó del Comité de Autodefensa Obrera (KOR) y dijo que cada vez tiene menos sentido su existencia, porque ahora existe Solidaridad para defender los intereses obreros. El KOR ha limitado últimamente sus actividades, pero no se ha disuelto. Gente del KOR ocupa puestos importantes en el aparato de propaganda de Solidaridad y en las llamadas universidades de trabajadores. El KOR tiene una influencia importante en la organización de Solidaridad en la región de Varsovia.
Walesa dijo que Solidaridad no permitirá que se cometan injusticias con los miembros del KOR, y advirtió a los obreros contra el peligro de caer en provocaciones.
En lo que respecta a la situación económica polaca, el primer ministro anunció ante el Sejin que el próximo día 25 el Parlamento deberá reunirse para autorizar una revisión de los planes de producción anunciados en febrero y que ante la situación social no se podrán cumplir en el presente año.
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