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CC OO de Cataluña rechaza el acuerdo nacional sobre empleo

Con la reafirmación de los acuerdos del segundo congreso de las CC OO catalanas (claramente antagónicos a la actual línea de la dirección estatal) y el rechazo del acuerdo nacional sobre empleo, recién elaborado por empresarios y sindicatos, finalizó la primera conferencia nacional de las Comisiones Obreras catalanas. Debatió en tono muy crítico los materiales del segundo congreso de las CC OO estatales y eligió a los delegados catalanes al mismo. Ello preludia un congreso estatal, a celebrar a partir del próximo día 18, en Barcelona, muy conflictivo.

Destaca también la derrota de la tendencia leninista —mayoritaria en la dirección del PSUC y en la de las Comisiones Obreras catalanas, y situada muy a la izquierda de Santiago Carrillo— en manos de miembros de la corriente interna del PSUC denominada prosoviética o afgana, situada aún más a la izquierda que la tendencia leninista. Los prosoviéticos coparon en la conferencia todos los cargos de portavoz catalán en las cinco comisiones del inminente congreso estatal de CC OO.

La conferencia aprobó 110 enmiendas a los documentos congresuales de la central. Un número tan grande de enmiendas es inusual. La ponencia del congreso que se presenta como la más conflictiva entre los catalanes y la dirección estatal, es la de organización.

La coincidencia de la conferencia con el Acuerdo Nacional sobre Empleo hizo que la vieja polémica existente entre las Comisiones Obreras catalanas y la dirección estatal quedase desviada hacia el mencionado acuerdo. Como ya se informó en la edición del domingo, el acuerdo fue rechazado por la conferencia por 228 votos en contra, 55 a favor y veintiocho abstenciones.

CC OO no es anarcosindicalista, según Camacho

Este rechazo hizo que Camacho efectuara un desplazamiento urgente e imprevisto a Barcelona para intervenir en la conferencia. Camacho hizo el viaje en balde. En su intervención pública dijo que «no sería sincero si no expresara mi disconformidad con la resolución aprobada » (en contra del acuerdo). Defendió, sin hallar eco favorable, la capacidad de la organización estatal de firmar tal tipo de acuerdos. «CC OO no es», dijo, «una organización anarcosindicalista: hay ciertos órganos con responsabilidad plena».

La intervención de Camacho fue replicada por el secretario general de las CC OO catalanas, José Luis López Bulla, quien en el discurso de clausura afirmó «no retiro nada» (de lo dicho contra el acuerdo sobre empleo) y que «no podemos considerar al consejo confederal (de CC OO) monopolizador exclusivo y excluyente de la decisión de firmar estos acuerdos» (sobre empleo).

López Bulla —miembro de la tendencia leninista del PSUC— fue designado sin oposición jefe de la delegación catalana al congreso estatal de CC OO. Pero todos los cargos de portavoz en las diversas comisiones congresuales recayeron en destacados miembros de la tendencia prosoviética del PSUC. Como hecho extremadamente significativo de las tensiones no solamente dentro del sindicato, y, desde luego, con la dirección del PCE, sino también con la dirección leninista del PSUC, destaca el rechazo, por 130 votos a favor y 141 en contra, de Sebastián Vives como portavoz de la comisión congresual de acción sindical.

Vives era el único no miembro de la tendencia prosoviética del PSUC —pertenece a la leninista también situada a la izquierda de Carrillo— que fue presentado por la mesa de la conferencia para ocupar el cargo de portavoz. Vives es secretario de acción sindical de las CC OO catalanas y miembro del comité ejecutivo del PSUC, donde desempeña el importante cargo de responsable de la política sindical.

Mientras la presentación de la mesa de los restantes portavoces prosoviéticos no originaba ninguna oposición, la del leninista Vives hizo que un delegado prosoviético propusiera a la también prosoviética Montserrat Catalá como alternativa. Esta es la que resultó elegida. Esta confrontación fue una forma de castigar a la dirección del PSUC por haber efectuado una declaración reconociendo el carácter eurocomunista de dicho partido, pese a que tal palabra había sido rechazada en el último congreso de los comunistas catalanes a instancias de los prosoviéticos y con el apoyo de sólo una parte de los leninistas.

Los otros portavoces catalanes elegidos, todos ellos destacados prosoviéticos, son Alfred Clemente, secretario general de la unión local de Barcelona, para la comisión de estatutos; Juan Ignacio Valdivieso, secretario de empleo de las CC OO catalanas, para la comisión de candidaturas; Faustino Miguélez, secretario de formación de las CC OO catalanas, para la comisión de resoluciones; Esteban Cerdán, secretario general dé la unión local de Cornellá, para la comisión de credenciales, y Montserrat Catalá, secretaria de acción sindical de la Confederación del Metal de Cataluña, para la comisión de acción sindical.

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