El Gobierno francés disuelve el Tribunal de Seguridad del Estado
El cambio político emprendido por el primer Gobierno del presidente François Mitterrand continúa manifestándose de manera creciente en el dominio de las libertades. Tras suprimir la jurisdicción de excepción denominada Tribunal de Seguridad del Estado, los primeros 31 inculpados -autonomistas e independentistas- fueron liberados ayer.Ese tribunal, en el que participaban militares, había sido creado para juzgar los delitos contra la seguridad de la nación, y desde un principio fue calificado por la izquierda como una «secuela fascista».
Entre los liberados ayer figuraban once corsos, cinco vascos (españoles miembros de la organización ETA, según la agencia France Presse) y cinco militantes del movimiento de extrema izquierda Acción Directa. Los beneficiarlos aún no habían sido condenados por el disuelto tribunal, y sus casos se encontraban en período de instrucción. Todos habían sido procesados por supuesta participación en atentados en Córcega, en el País Vasco francés y en París, estos últimos atribuidos a Acción Directa.
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Más autonomistas serán liberados en Francia con la ley de amnistía
Viene de primera páginaUn número considerable (alrededor de cuarenta se calcula) de los que ya cumplen penas definitivas quedarán en libertad cuando se promulgue la ley de Amnistía, que deberá aprobar la nueva Asamblea Nacional que salga de los comicios legislativos de los próximos días 14 y 21.
La decisión del presidente Mitterrand se funda en que esos delitos son de carácter político. Los corsos y los vascos son presuntos militantes autonomistas o independentistas. Por ahora no ha sido liberado ninguno de los miembros encarcelados del Frente de Liberación de Bretaña (FLB).
Tanto en el País Vasco francés como en Córcega, la «isla de la belleza», la decisión de suprimir el tribunal de excepción y liberar a algunos de los militantes nacionalistas ha sido acogida de la manera más favorable. Y, en vísperas de los comicios legislativos, el efecto será positivo.
Hacia una urgente regionalización
Por otra parte, las orientaciones programáticas de Mitterrand prevén una normativa regionalista que pudiera ser el principio de un diálogo constructivo entre París y las regiones francesas con identidad propia.
En su programa electoral, el líder gaullista Jacques Chirac también había incluido la regionalización como un problema urgente.
Sólo el giscardismo se mantuvo al margen de esa cuestión. Los nuevos dirigentes franceses, manifestó una fuente próxima a la Presidencia de la República, «desean abordar el problema de la descentralización del poder paso a paso, pero firmemente. Para ello se impone, antes de nada, reemplazar la represión que se ha practicado hasta ahora por el diálogo. Esa es la significación de la supresión del Tribunal de Seguridad del Estado y de la liberación de los presos».
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