Presiones sobre Argelia para que reduzca el precio de su crudo

Argelia ha proclamado oficiosamente esta semana que no reducirá el precio actual de su petróleo (cuarenta dólares el barril) a pesar de las presiones que, según parece, vendría sufriendo por parte de algunos clientes importantes, como Estados Unidos. Aunque la firma estatal argelina Sonatrach ha aceptado discutir a finales de este mes con algunas sociedades ¡mportadoras norteamericanas este tema, se subraya que no se imitará el ejemplo de Ecuador y México, que han procedido a sendas reducciones de sus precios de venta de sus respectivos crudos.Los argelinos achacan al ala moderada de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) una buena parte de la responsabilidad, ligada a la existencia en el mercado mundial de unos excedentes de crudojaniás conocidos hasta ahora. En relación con la situación de ese mercado en el mismo período del año pasado, la tendencia a la baja del crudo es ahora superior a un 3,5%, lo que explicaría el clima de incertidumbre que domina en los medios de la organización petrolera.

El excedente de petróleo, bruto en el mercado mundial, evaluado por los expertos argelinos en cerca de 2.800.000 barriles diarios, es el resultante de varios factores conjugados: la superproducción de Arabia Saudí, con unos 10.300.000 barriles diarios; la reducción de los países importadores en sus previsiones de compra y el «desbarajuste» del mercado spot.

Kuwait ha sido solicitado por sus importadores para que suprima la prima especial que añadía a su precio oficial (y que ha dejado de ser abonada unilateralmente por éstos). Nigeria estaría estudiando la eventualidad de «gratificar» a sus clientes con un reembolso de tres a cuatro dólares el barril, que vende actualmente a cuarenta dólares, y en el mercado libre de Rotterdam el crudo de referencia ha bajado a 32 dólares, contra 34,24 a finales de abril pasado.

Para limitar los efectos de esa tendencia a la baja y «reequilibrar el mercado», según la expresión empleada por Argel, este país se muestra uno de los más firmes partidarios de una reducción de la producción de la OPEP, tal y como fue aceptado por una mayoría de miembros en la Conferencia de Ginebra. Pero los argelinos son conscientes de que su opinión es desechada cada vez más por los grandes productores de la Organización.