La cuenta atrás para el relevo de Banisadr ha comenzado

La cuenta atrás para el derrocamiento de Banisadr, ¿ha comenzado ya? Los colaboradores próximos del jefe del Estado iraní no lo dudan. La único incógnita que queda por despejar es si se mostrará contrario a dimitir o bien será destituido.

El giro de los acontecimientos comenzó el miércoles 27 de mayo. El imán Jomeini, que hasta ese día parecía mantener una postura neutra, si no ambigua, en el conflicto que enfrentaba al Partido de la República Islámica de los fundamentalistas contra Banisadr, tomó posición contra el jefe del Estado. Aunque no entra dentro de la costumbre del imán, su propósito se orientaba, con certeza, contra el presidente.«El Majlis», dijo, «es la más alta autoridad de la nación. Cualquiera que desafíe sus decisiones será perseguido por el pueblo como un corrupto. La nación», agregó además Jomini, «es hostil al culto a la personalidad, al hombre que se transforma en dictador en el ejercicio del poder. Me enfrentaría con todas mis fuerzas contra él, quienquiera que sea el que abandone los preceptos del Islam. Los descontentos no tienen más que regresar a Europa, Estados Unidos o a otras partes», añadió el imán. Precisamente, Banisadr permaneció exiliado en Francia durante diecisiete años durante el régimen imperial.

Horas después del discurso de Jomeini, la Corte Suprema iraní exigía al presidente Banisadr la presentación de un inventario detallado de sus bienes, y le recordaba que, según el artículo 142 de la Constitución, todos los dirigentes están obligados a dar cuenta del estado de su fortuna antes y después del ejercicio de sus funciones.

Cinco días más tarde, el 1 de junio, la comisión tripartita de reconciliación -constituida el pasado mes de marzo para arbitrar los conflictos entre el jefe del Estado y el Partido de la República Islámica- tomó como objetivo principal, y por primera vez, a Banisadr, al que acusaba de estimular a la agitación en el país, sobre todo a base de discursos polémicos, y le acusaba además de violar la Constitución.

Graves acusaciones

Se trataba de dos acusaciones de máxima gravedad, ya que ambas se referían casi textualmente a las manifestaciones del imán Jomeini del pasado 17 de marzo, en las que amenazaba con sancionar a los que fueran declarados culpables de tales comportamientos. La comisión tripartita anunció en el mismo comunicado que el expediente de Banisadr había sido enviado a la observación de la Corte Suprema de Justicia, que tiene la facultad exclusiva de procesar al jefe del Estado.«No se atreverán a procesarme», asegura Banisadr. El presidente iraní exhibe, a lo largo de la entrevista, la seguridad de un jefe militar en vísperas de una batalla que se apresta a ganar. «Todas las instituciones de este país -el Parlamento, el Gobierno, el Consejo Constitucional, la Corte Suprema, dominada por el PRI- han decidido intensificar la guerra de usura que ellos no han cejado de tramar contra mí», dice Banisadr, para agregar luego: «Yo venceré, porque el pueblo, que sabe que tengo razón, está a mi lado».