Silencio de Calvo Sotelo sobre la versión policial del asalto de Barcelona

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, no se habla pronunciado todavía anoche sobre la versión oficial de la policía acerca del asalto a la oficina principal del Banco Central en Barcelona. El jefe del Ejecutivo, que hoy cumple cien días al frente del Gobierno, dijo la pasada semana ante el Pleno del Congreso, basándose en las primeras declaraciones de uno de los asaltantes, que detrás de la operación se encontraba la extrema derecha, y citaba como punto de referencia un supuesto encuentro que mantuvo el jefe del comando asaltante con una persona de aquella ideología en la localidad francesa de Perpiñán días antes de producirse el suceso. Sin embargo, la policía, según la nota oficial difundida el pasado miércoles, descarta esta posibilidad.

EL PAIS intentó ponerse ayer en contacto con los responsables del gabinete presidencial, desde donde remitieron a la Secretaría de Estado para la Información. Un portavoz de este departamento indicó en relación al caso que «el presidente del Gobierno, interesado en responder a las demandas de los parlamentarios, se presentó ante el Pleno del Congreso día y medio después de producirse las detenciones» y añadió que «basó sus informaciones en la declaración inicial de los asaltantes, por lo que expuso todo lo que disponía hasta ese momento». El citado portavoz añadió que el propio presidente del Gobierno reconoció ante la Cámara que sus declaraciones «eran apresuradas», y precisó que el caso está ahora en manos del juez.La nota de la policía descarta los móviles políticos en el asalto al Banco Central en Barcelona, si bien reconoce que, en una primera declaración, el jefe del comando apuntó que había mantenido un encuentro con un ultraderechista en Perpiñán, extremo que, según la versión difundida, no se ha producido, sino que fue una invención del jefe del comando en su primera declaración.

El ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, declaró ayer en Alicante que, «como jurista, distingo entre los autores materiales que entraron en el banco y aquellos que pueda haber detrás de la operación, pero el sumario al que se incorpora la información policial no ha empezado todavía». Un portavoz del Ministerio del Interior dijo, por su parte, que su departamento «admitía y respaldaba» la versión policial.

El diputado socialista Enrique Múgica manifestó que su partido va a estudiar lo ocurrido con las declaraciones del jefe del comando, y precisó que, para evitar las intoxicaciones a las instituciones y a la opinión pública, el Gobierno debe controlar la información con unos servicios policiales idóneos y adecuados».

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