La banca española presiona sobre las autoridades monetarias para quedarse con la López Quesada
A muy pocos días de que salga a concurso restringido la venta de la Banca López Quesada por la Corporación Bancaria, los siete grandes de la banca española han multiplicado sus presiones sobre el Gobierno y el Banco de España para que la citada entidad no caiga en manos de ninguna institución extranjera. Sin embargo, la Banque Nationale de París (BNP) se perfila como el grupo con más posibilidades de hacerse con el banco español, ya que prácticamente ha sido la única institución que ha acompañado su interés con una atractiva oferta en firme.
Aunque la Corporación Bancaria han señalado a este periódico su forzado silencio en este tema, al ser sólo un instrumento técnico en el proceso de saneamiento del banco, medios gubernamentales solventes han reconocido la existencia de fuertes presiones de la banca española sobre el Ministerio de Economía y sobre el Banco de España para evitar que suceda con la López Quesada la misma historia del Banco de Valladolid, cuando el británico Barclay's se hizo con este último banco pese a la oposición y reticencias de los españoles.Con más tiempo e interés esta vez, sin embargo, la banca nacional estaría preparando ahora a marchas forzadas y con gran sigilo una operación de última hora para hacerse cargo de la López Quesada y tratar de evitar la entrada en el negocio bancario al detalle de otro grupo extranjero, especialmente de la primera entidad del sector de un país vecino.
Esta fórmula, en estudio por los siete grandes, aunque de difícil confirmación, pese a que se rumoreaba desde hace tiempo, se asemejaría en la forma a la ensayada con éxito en la operación de rescate del Banco de Madrid. Según algunas fuentes, un gran banco nacional se haría cargo formalmente de la López Quesada con dinero aportado por un pool bancario. Aunque suenan, también a nivel de confidencias, los nombres del Bilbao y del Hispano como los posibles compradores formales de la López Quesada, este extremo no ha podido ser confirmado.
Aparte de la solución española, fuentes solventes reconocían ayer la existencia de otras alternativas de compra. Los nombres apuntados son los del Bank of America y el Citibank, pero, al parecer, las negociaciones de estos dos importantes grupos norteamericanos no se habrían materializado, al menos en uno de los casos, con la Corporación Bancaria, sino con el Banco de España. En este sentido, su acceso a información técnica sobre el estado de la López Quesada sería más bien limitado.
La oferta de la BNP
Hasta la fecha, sin embargo, sólo existe una oferta en firme por la López Quesada, la del grupo Banque Nationale de París. Según fuentes cercanas a esta entidad, la BNP está dispuesta a adquirir la entidad en poder de la Corporación y, con tal fin, habría hecho una oferta que rondaría los 5.000 millones de pesetas.Aunque esta cantidad no es definitiva, ya que la López Quesada necesitaría un «trabajo de actualización» de sus balances a la hora de determinar exactamente su valor, las mismas fuentes indican que el banco francés ha tomado su decisión al respecto. Tan sólo quedaría pendiente en este sentido el trámite de un análisis final de las cifras, ya que, dada su enorme complejidad, la fórmula final de compra podría tardar un cierto tiempo en quedar configurada.
Así las cosas, la única duda que se plantea ahora para ciertos sectores es si la banca española realizará una oferta que se acerque a la de la BNP. En este sentido, la política tradicional seguida por el Fondo de Garantías y la Corporación Bancaria en las ventas de las instituciones de crédito absorbidas en la UVI bancaria siempre ha sido recuperar la totalidad del capital de la entidad en crisis y las ayudas financieras aportadas a bajo interés por el Banco de España.
El monto de estas ayudas es prácticamente un secreto, pero una idea de ellas podría derivarse de las pérdidas acumuladas por la institución en los últimos años. Estos descubiertos se elevan a 8.373 millones de pesetas. No obstante, esta cifra se vería reducida por los activos de la institución, aunque éstos prácticamente se limitan al edificio donde está la sede del banco, en la plaza de Neptuno, cuyo valor nominal no supera los 3.000 millones de pesetas.
Los argumentos de la banca española en contra de la posible venta de la López Quesada a una entidad extranjera se cifran en la contradicción que existe en el hecho de que sea dinero español el que pone a flote a las entidades en crisis y sea luego la banca extranjera quien se beneficie de una infraestructura montada por dinero nacional y con todo listo para hacer competencia.
«Lo que la banca extranjera va a comprar es una entidad saneada, con una plantilla reducida en el proceso de reflote y con una red de oficinas y personal experimentado que muchos de nosotros lo querríamos para nosotros», declaró un alto representante de un banco español.
Para el mismo informante, la operación de compra por un banco español de la López Quesada es mucho más complicada. Hay que tener en cuenta. por otro lado, que la banca española atraviesa un momento muy particular en su historia, con una estructura operadora complicada y obsoleta en proceso de cambio, con altos costes de transformación, exceso de personal y oficinas, y la cual no les permite, en principio, plantearse una operación de esta envergadura.
En cualquier caso, una conclusión definitiva del tema está a punto de salir a la luz pública. La subasta restringida de la López Quesada por la Corporación Bancaria podría tener lugar antes de ocho días, y la operación de venta tendría que ser presentada antes de final de mes a la junta de accionistas del banco, que debe celebrarse, obligatoriamente, antes del 1 de julio.
La López Quesada quedó bajo la administración de la Corporación Bancaria el 2 de octubre de 1980, una vez que el presidente del Consejo de Administración de la entidad, José María Castañé Ortega, dimitiera en la reunión del consejo celebrada el día anterior.
La López Quesada comenzó a tener problemas a primeros de 1980 y, tras una junta general angustiosa el pasado año y varias operaciones de saneamiento de la propia entidad, pasó a depender del Fondo de Garantía de Depósitos.
A primeros de octubre, el fondo encargó a la Corporación la gestión y administración de la López Quesada, que inició un proceso de saneamiento y reducción de personal con aportaciones financieras a cargo del Banco de España a un tipo de interés del 8%.
El destino final de la López Quesada ha estado sometido a una enorme campaña de rumores. El pasado año se habló de la inmediata entrada del Banco de Bilbao; luego, del Banco Exterior, y posteriormente, de varias entidades extranjeras, incluidas varias francesas, británicas y también norteamericanas.
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