Xavier Ribalta termina una gira de cuatro meses por Estados Unidos
En su segunda gira anual por Estados Unidos, el cantante catalán Xavier Ribalta interpretó recitales en 75 universidades norteamericanas durante su estancia de cuatro meses en este país. Varios programas en televisión y la grabación de un disco, en Boston, completaron el periplo del artista por tierras americanas antes de regresar a España.«Hay gran interés en los departamentos de lenguas modernas y de música de las universidades norteamericanas por conocer la cultura catalana», dijo Ribalta, al hacer balance de su gira.
Los poemas de Apel, Les Mestres, Joan Maragall, Joan Salvat-Papasseit, Marlus Torres, Salvador Espriú, Joan Colomines, Joan Horta y Pere Orl ol Costa, fueron cantados por Xavier Ribalta ante públIcos universitarios que seguían la traducción escrita en inglés. Ribalta actuó también en varias «casas de España» en las príncipales ciudades estadounidenses.
Como característica de la música norteamericana actual, Ribalta destacó «las grandes facilidades de creación que cuentan los artistas arnericanos». ¿Por qué grabó un disco en Estados Unidos? «Porque las canciones se las lleva el viento y el disco, para el cantante, es como el libro para el escritor».
Ribalta recuerda las impresiones recogidas día a.día en Estados Unidos, puntualmente anotadas en un cuaderno destinado, quizá, a estimular la creación cuando el cantante pase revista a orillas del Mediterráneo y haga inventario de sus experiencias.
¿Volverá? «Sin duda», dice Ribalta, «porque en este país hay grandes peisibilidades para divulgar la cultura catalana». Cita el apoyo para ello de la North American Catalan Society, que agrupa a estudioses de la lengua, literatura, historia y artes catalanas, enseñados actualmente en unas setenta universidades de Estados Unidos y Canadá.
Ribalta, figura alta, guitarra al hombro y sólida voz, recorrió Estados Unidos de Norte a Sur y de Este a Oeste, como un trovador de los tiempos modernos, cantando y explicando la existencia de otras culturas ante un público a veces dernasiado convencido de que «América es lo mejor».
