Mayor reducción de la dependencia del petróleo que la prevista

La primera revisión bianual del PEN, que está siendo ultimada por el Ministerio de Industria, prevé una menor dependencia española del petróleo en 1990 que en el horizonte anterior, básicamente por el consumo de carbón. Noticias recogidas por Europa Press en medios de la Administración señalan que la revisión configurará la siguiente estructura indicativa de consumo: petróleo (del 64,6% actual al 46,6% en 1990), carbón (del 20% al 23%), hidráulica (del 10% al 11%), nuclear (del 1,6 % al 15%), gas natural (del 2,7% al 7%), nuevas energías (del 0,0% actual a un 0,5% en 1990).La revisión se hace a 1990, y no a 1987 (fecha de terminación del PEN), porque es el escenario que manejan los organismos internacionales (AIE) y los países desarrollados.

Para el cumplimiento de las nuevas previsiones (la más ambiciosa es reducir la dependencia del petróleo a sólo un 46%), se consideran claves:

- La ejecución de los programas de reconversión de grandes sectores consumidores de petróleo a carbón. Están en marcha y con visos de cumplimiento los de cementeras y térmicas de fuel.

- Fuerte impulso al consumo de carbón (ya ha dado saltos importantes; sólo en 1980 aumentó un 28%) y a la producción (se llegará en el 1981 a treinta millones de toneladas). Aparte de las centrales térmicas previstas, habrá otros cinco grupos de carbón nacional y cuatro de importado.

- Y cumplimiento del programa nuclear (diez grupos en funcionamiento).

El escenario no contempla aportaciones importantes de nuevas energías (solar, eólica, biomasa), ni de hidráulica, que está cerca del aprovechamiento óptimo.

Por otra parte, el director general de Energía, Ramón Leonato, reconoció en la clausura de las Jornadas de Estudios Económicos sobre la Energía que en el Plan Energético Nacional (PEN) hay una previsión de exceso de potencia instalada, pero ese es el precio que España tiene que pagar para tener una seguridad de suministro, ya que, por ejemplo, nuestro país sufre grandes desequilibrios respecto a la hidraulicidad, pasando de años buenos a años secos con toda facilidad.

Respecto a la política de carbón importado, Leonato dijo que España no está haciendo más que lo que hacen todos los países miembros de la Agencia Internacional de la Energía. Incluso se podría estar quedando corta en sus previsiones. En la revisión del PEN que estudia ahora la Administración se contemplan cuatro grupos más de generación de energía eléctrica con carbón importado. Para el carbón nacional se están contemplando cinco grupos, lo que supondría 1.700 megavatios más sobre la previsión inicial del Plan Energético Nacional.

En cuanto a la energía nuclear, España tiene reservas, lo que supone una seguridad de aprovisionamiento para su programa nuclear, que va a producir sin duda los kilovatios más baratos frente a los producidos por otras fuentes energéticas.

Inversiones en reestructuración del sector de refino

El director general de Energía se manifestó preocupado por las inversiones en reestructuración del sector de refino de petróleo. Hay que calcular bien las inversiones, ya que, si se instala un exceso de capacidad de refino, España podría verse obligada a tener que exportar productos ligeros derivados del petróleo, exportación que en un futuro próximo, no será ningún negocio. También hay peligro de que se produzca un exceso de fuel, lo que obligaría a exportaciones nada rentables.