Un cuadro desaparecido de Ribera, puesto a la venta en Bilbao
Por "El martirio de san Bartolomé" piden diez millones de pesetas
Dentro de una liquidación de obras de arte, y al precio de diez millones de pesetas, se ha puesto a la venta en la galería Llanas, de Bilbao, el que se asegura es el cuadro original del pintor valenciano José Ribera el Españoleto denominado El martirio de san Bartolomé, que se daba por desaparecido ya en vida de aquél. En la autenticidad del lienzo insisten su restaurador y varios académicos, que así lo afirman en documentos que obran en poder del actual propietario, un bilbaíno, coleccionista de arte, que prefiere mantenerse en el anonimato.La tela, de 1,79 X 1,22 metros, presenta a san Bartolomé semidesnudo, rodilla en tierra y atado por ambas muñecas a la rama de un tronco, mientras es desollado vivo. Se cree que habría sido pintado a partir de 1626 por El Españoleto (1591-1652), al que se considera como uno de los maestros de la pintura tenebrista napolitana.
El lienzo que se presenta como el auténtico Martirio de san Bartolomé, de José Ribera, fue descubierto hace más de veinte años por Andrés Grifell Díaz, restaurador oficial del Gobierno Civil de Vizcaya. «Me lo trajo a mi estudio su penúltimo propietario, que desconocía el valor y lo había tenido plegado en. cuatro partes, en un baúl. Estaba en muy malas condiciones. Lo limpié un poco y lo restauré. Indagué sobre la tela en la seguridad de que se trataba del cuadro El martirio de san Bartolomé, de Ribera, desaparecido en vida de este pintor. Existía sólo un aguafuerte idéntico, que está en la galería de Estampas del Louvre, del que se han sacado las copias que están en los museos del Prado, Barcelona y Grenoble. Pero este es el auténtico cuadro, para mí la obra más importante de El Españoleto».
Afirma a Andrés Grifell que en los trabajos de restauración, que realizó con técnicas modernas, comprobó que el lienzo había sido entelado 150 años antes. «Para que quedase constancia del estado en que encontré la tela dejé una pequeña porción de la misma (tres centímetros, aproximadamente) sin restaurar. Una vez restaurado, el antiguo propietario lo vendió a la persona que ahora lo pone a la venta. Este tenía escondido el cuadro en un desván».
Para Andrés Grifell no existe ninguna duda sobre la autenticidad del cuadro puesto a la venta en Bilbao. Apoya, además, sus afirmaciones en dos certificados de los académicos Bernardino de Pantorba (Madrid, 11 de octubre de 1978) y de Nicolás Osuna Rodríguez (7 de octubre de 1980) sobre la autenticidad de la obra. Este último, miembro de la Real Academia de Córdoba, tras manifestar que ha realizado concienzudos estudios con rayos X, ultravioletas, pigmentaciones y lámparas de cuarzo, afirma que se inclina a pensar «que el presente lienzo se debe a la mano del gran Ribera sin discusión de ninguna clase. Es, a mi juicio, uno de los Ribera desaparecidos y felizmente hallados».
Babelia
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