El terrorista turco Mehmet Ali Agca permaneció dos semanas en Palma de Mallorca como turista

Mehmet Ali Agca, el terrorista turco que atentó el pasado miércoles contra el papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, de Roma, estuvo en Palma de Mallorca, del 25 de abril al 9 de mayo pasados, formando parte de una expedición de turistas que habían viajado en vuelo charter de la compañía española Aviaco, procedente de Milán, según confirmaron ayer a EL PAIS fuentes policiales de toda solvencia. El terrorista turco entró en España con documentación falsa a nombre de Faruk Osgum, y durante el tiempo que permaneció en la isla, según las indagaciones realizadas en las últimas horas por la policía, no mantuvo otros contactos que los normales entre sus compañeros de grupo y el personal del hotel donde estuvo alojado.

La policía basa esta última afirmación en las investigaciones que sobre el citado terrorista ha iniciado en Palma de Mallorca, a raíz del atentado. De las declaraciones de las personas de nacionalidad española que conocieron a Mehmet Ali Agca durante su estancia en Mallorca, se ha sabido que el joven turco siempre hizo vida normal dentro del grupo turístico, y que cumplió en todo momento el programa de visitas establecido. «Su actitud durante el tiempo en que permaneció en Palma de Mallorca fue la de una persona solitaria, introvertida, y que se limitóa cumplir, el programa del viaje turístico», dijeron a este periódico fuentes policiales. «Durante las horas libres», añadieron, «se dedicaba a hacer footing por los alrededores del hotel».Mehmet Ali Agca llegó a Palma de Mallorca en un vuelo charter de Aviaco procedente del aeropuerto milanés de Malpensa, y regresó a Milán en vuelo de la misma compañía. El avión utilizado es un DC-9, el vuelo de ida llevaba la numeración 7.001 y el de vuelta la 7.000. El vuelo formaba parte de un programa turístico en Palma de Mallorca que suele concertar con relativa frecuencia el tour operator italiano AIpitour con la compañía española Aviaco. Alpitour tiene sus oficinas en la localidad de Cinco próxima a Milán.

En Palma de Mallorca, Mehmet Ali Agca se alojó, junto con sus compañeros de viaje, la mayoría matrimonios italianos, en el hotel Flamboyan, situado en las proximidades de la playa de Magalluf. Durante su estancia en el hotel, el terrorista turco realizó varias excursiones en autocar por la isla, siempre en grupo con los demás turistas. Como dato anecdótico. el personal del hotel recuerda que Mehmet Ali Agca, cuando llegó a la isla, lucía una poblada barba que se afeitó pocos días antes de iniciar el viaje de regreso a Milán, informa desde Mallorca, «Fue un cliente más y la verdad es que pasó inadvertido para el personal del hotel», dijo ayer el director del centro hotelero en el que estuvo alojado el terrorista turco. «Era un joven muy solitario y se dedicaba todas las mañanas a hacer un par de horas defooting por la playa y los pinares próximos. En él no vimos nada extraño y como equipaje sólo llevaba" un maletín de mano y una bolsa de viaje de las denominadas bandoleras», agregó.

El personal del hotel Flamboyan reconoció a su antiguo cliente cuando contempló ayer su fotografía publicada en los diarios de la isla. «Nosotros fuimos los primeros sorprendidos», manifestó el director del hotel, «de que este turista, que durante su estancia aquí apenas pronunció unas palabras en italiano y otras mal en inglés, fuera la misma persona que disparó contra Su Santidad. Para nosotros pasó completamente inadvertido y eso sí le encontramos demasiado aislado y solitario entre el grupo de matrimonios italianos, aunque en todo momento se comportó con corrección».

Casi de la misma forma se expresó la guía intérprete que acompañó al grupo turístico durante el tiempo que permaneció en la isla. Sobre su persona dijo: «Era un hombre que desentonaba con el resto del grupo. Intenté acercarle al resto de la gente, pero resultó imposible. Apenas hablaba con nadie porque sólo sabía unas palabras de italiano y de inglés».

Mehmet Ali Agca pagó para realizar su viaje a Palma de Mallorca alrededor de mil dólares. Sólo en el viaje gastó 450 dólares y en España, según el testimonio de algunos de los turistas que le acompañaban, pagó todos los suplementos previstos en el tour para paseos y visitas especiales. En el hotel donde estuvo alojado no recibió llamadas telefónicas.

En cuanto a si iba armado, la policía española, según declaraciones del jefe superior de Palma, cree que no, ya que tanto él como su poco equipaje pasaron bajo los arcos detectores de metales del aeropuerto de Son Vida.