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Reportaje:En 1984, todos estaremos bajo la vigilancia de algún ordenador / 1

La informática influye de forma irreversible en los usos sociales

Algunos especialistas de la prospectiva han señalado que para 1984 todos estaremos bajo la vigilancia de algún tipo de ordenador, ese big brother o «hermano mayor» que de alguna forma asumirá muchas de nuestras funciones actuales. Otros, más optimistas, creen que las computadoras, que se perfeccionan con una velocidad increíble, serán un instrumento esencial en la conquista de cotas de libertad cada vez mayores.La informática no es un fenómeno nuevo, pero tan sólo en los últimos años, con los avances espectaculares promovidos por grandes empresas multinacionales y secundados por otras nacionales, y con la socialización en el uso de la misma (un 60% de norteamericanos tienen al menos un instrumento informático en sus casas) ha adquirido la importancia social que tiene en la actualidad.

Para las generaciones intermedias que nacieron poco antes de que apareciera la primera generación de computadores, en la década de los cuarenta a los cincuenta, la informática todavía se presenta como un fenómeno no asimilado totalmente, aunque algunos miembros de esta generación hayan sido los que han dado el paso a los computadores de laboratorio, a la tecnología de lógica y memoria y a los microordenadores. Pero las generaciones que ahora están en período escolar y universitario saben con todo detalle en qué consiste un ordenador y para qué sirve. En Estados Unidos (y seguimos poniendo este ejemplo porque es donde existen estadísticas más claras y asequibles) todos los alumnos de la enseñanza media y superior tienen acceso a los ordenadores del centro donde están, y cada diez o doce alumnos comparten al menos un ordenador.

Cuando la informática está todavía sin descubrir por mucha gente y a otros les produce un rechazo sicológico difícil de superar, este fenómeno ya ha sido objeto de admiración museística. Así, la informática como parte del patrimonio científico y cultural (cultural al menos en tipo específico de relaciones que determina) se ha instalado en el Digital Computer Museum, que tiene su sede en un edifício de Digital, en el Estado de Massachusetts (EE UU).

Este museo, con el que han cooperado el Museo de Ciencias Británico, el Instituto de Tecnología de Massachusetts, el Laboratorio Lincoln y la Universidad de Illinois, entre otras instituciones, es probablemente el mejor museo de informática que existe.

El Museo de Informática de Digital recoge en dos plantas de sus instalaciones una serie de instrumentos y documentación que presentan una perspectiva de la evolución de la informática desde sus orígenes (primera computadora de John Vicent Atanasoff, en 1938-1942) hasta los más modernos sistemas de microordenadores.

Si dejamos el ordenador como pieza de museo y volvemos a sus aplicaciones y consecuencias está bien claro que las posibilidades de los ordenadores están siendo utilizadas en una variedad de técnicas y campos en constante expansión, desde los despachos o centros de planificación, estatales y gubernamentales, tales como la recaudación de impuestos, el control de los contribuyentes y defraudadores a Hacienda, como también en la planificación y distribución de los servicios de la Seguridad Social y, en otro orden de cosas, el ordenamiento del tráfico.

El ordenador ayuda por otra parte en el mundo de la banca y en el de las altas finanzas, ya que aseguran la información de cambios, acelerando las inversiones en Bolsa. En la fabricación industrial ya sea de automóvil, productos químicos, alimentación o maquinaria pesada, los ordenadores se ocupan del control de producción, del control de calidad y de los bajos costes. En la gestión de empresa, desarrollo de negocios, nóminas, informes de dirección y contabilidad general para clientes fijos o abonados, el ordenador desempeña un papel no menos importante.

La adquisición y el almacenamiento en memoria de datos sigue siendo la labor principal de los laboratorios de investigación ya sea aplicada a la educación, industria militar, ciencia o energía nuclear. Prácticamente todas las universidades y centros de investigación cuentan al menos con un ordenador para acortar en su trabajo diario la duración de los experimentos por medio de la reducción directa de datos.

Influencia en la vida diaria

El ordenador influye en la vida diaria de la gente en aspectos difíciles de imaginar, pero que, sin embargo, son un hecho cotidiano. Posiblemente usted se despierta ayudado por un reloj despertador que tiene incorporado un ordenador que usted ha programado la noche anterior, o le despierta una llamada de la Telefónica con instrucciones dadas también por un ordenador. Probablemente, usted desayuna cereales macrobióticos, cuyo crecimiento ha sido controlado por un ordenador, mientras lee el periódico del día, compaginado y compuesto por un ordenador. Se viste un traje cuya fabricación ha sido, probablemente, controlada por un ordenador, lo mismo que el automóvil que le conduce a su trabajo. Probablemente, en cuatro o cinco años usted se meterá en la autopista. pondrá en marcha el piloto automático de su automóvil y podrá ir despreocupado al trabajo preparando el planning del día o terminando de comer un bocadillo o de abrocharse los botones de la camisa si llega tarde.

En su oficina, probablemente, usted tiene que hacer un pedido de productos a la central o a otras sucursales, y utiliza para ello una pantalla, o está abonado a un servicio de teletexto porque quiere saber las noticias financieras o de otro tipo, y pulsa unas techas y aparece la información requerida en la pantalla. Después, tiene que hacer determinadas cuentas y utiliza una calculadora electrónica, mientras su reloj de mano le avisa que tiene una cita o que tiene que ir a retirar un billete de avión que se los han encargado a través de un ordenador.

Sale de trabajar y se encuentra que una vez en su casa existen dos programas de televisión que le interesan. Entonces programa su aparato de video por medio de un ordenador para que grabe uno de ellos mientras usted ve el otro. Como es viernes, usted decide ir esa noche a una discoteca y se encuentra a la entrada con que no le piden dinero, pero sí su nombre, el número de su cuenta corriente o su tarjeta de crédito, que en el acto saben si esta actualizada o no. Dentro de la discoteca se encuentra con que el sistema de luces psicodélicas realizadas con rayos láser está producido y controlado por un ordenador. Y estos son sólo algunos ejemplos que pueden darse en una jornada normal.

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