_
_
_
_
El atentado contra Juan Pablo II

Hondo pesar y preocupación de los Reyes y de las fuerzas políticas españolas

La noticia del atentado contra el papa Juan Pablo II ocasionó ayer una gran conmoción en España. Las dos Cámaras del Parlamento interrumpieron sus respectivas sesiones, las emisoras de radio suspendieron sus programas habituales y los principales dirigentes políticos manifestaron su condena por este acto terrorista. El rey Juan Carlos envió inmediatamente al Papa un telegrama en el que expresaba los más fervientes votos de sus Majestades, del Gobierno y del pueblo español por su rápida recuperación.

Más información
Las relaciones entre España y el Vaticano atraviesan un momento difícil

El presidente del Congreso, Landelino Lavilla, interrumpió, a las 18.25 horas de ayer, la sesión plenaria para expresar, en nombre de toda la Cámara, la consternación por el hecho de que la oleada de violencia haya afectado «a quien para muchos, creyentes o no, significa el ejemplo de una entrega a unas creencias». El ambiente era de intensa consternación y dolor entre los diputados de todos los grupos del Congreso.Un periodista informó al presidente del Senado de lo que había sucedido, y este último, Cecilio Valverde, suspendió la sesión «para que los que sepan y quieran rezar, lo hagan por el Papa». Tras indicar que, por mandato de la Constitución, el Pleno no podía suspenderse, por concluir ayer el plazo para debatir un proyecto de ley, el presidente expresó la consternación de todos los senadores por el atentado contra Juan Pablo II.

Los Reyes, profundamente afectados

Los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, quedaron ayer muy afectados por el atentado contra el Papa, según manifestaron fuentes próximas a La Zarzuela. Los Reyes siguieron atentamente la evolución de los acontecimientos, en contacto con la Embajada española ante la Santa Sede. Don Juan Carlos y doña Sofía habían sido recibidos, en el Vaticano, por el Papa el pasado 30 de abril, con ocasión de su visita oficial a Italia, y entre otros temas se había tratado un próximo viaje de Juan Pablo II a España.El telegrama enviado por don Juan Carlos al Papa fue el siguiente: «Profundamente conmovidos al conocer triste noticia de la agresión de que ha sido objeto Vuestra Santidad, me apresuro en hacer llegara Vuestra Beatísima persona, en nombre del Gobierno y del pueblo españoles, de la Reina y en el mío propio, nuestra más firme e impresionada condena por tan incalificable acto. Expresamos a Vuestra Santidad nuestros más fervientes votos por una rápida recuperación, a los que unimos todas nuestras oraciones».

Calvo Sotelo: "Comparto el dolor de la cristiandad"

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, manifestó su pesar y condena ante el atentado al Papa con estas palabras: «Como presidente de un Gobierno que sufre también los golpes terroristas, quiero expresar mi consternación ante este hecho, y como católico comparto el dolor de la cristiandad y pido a Dios que su vida esté a salvo».

Fraga: "Ya no hay límite a la osadía terrorista"

Manuel Fraga, líder de Alianza Popular, considera que «los atentados contra el presidente Reagan y contra el Papa muestran que no hay límite ya a la osadía de los terroristas y de los magnicidas». Al recordar la próxima visita que iba a hacer el Papa a España, Fraga indicó que nuestro país le debe un especial homenaje de gratitud;. «me permito proponerlo como una mayor obligación para nuestra nación mayoritariamente cristiana».

Para la izquierda puede ser un presagio de guerra mundial

El secretario general del PSOE, Felipe González, envió inmediatamente un telegrama al Vaticano, y Alfonso Guerra hizo lo propio a la Nunciatura en Madrid. Felipe González declaró a los periodistas que el atentado «me parece una salvajada incalificable. Independientemente de las creencias de cada uno, no cabe duda que el Papa representa una fuerza moral. El atentado afecta a un símbolo universal, y creo que tiene una especialísima gravedad en este momento, en el que se universalizan las tensiones. Ante este suceso caben dos hipótesis: que sea obra de un loco, en cuyo caso se pone de relieve que cada día abundan más lo locos armados, o bien que el atentado forme parte de un plan, lo que extremaría la gravedad y podría aventurarse que existe un plan que permite presagiar una tercera guerra mundial».Santiago Carrillo envió rápidamente un telegrama de condena, en nombre del PCE, mientras otro dirigente de este partido, Simón Sánchez Montero, declaraba: «El grado de desquiciamiento mundial es tan tremendo y la crisis de valores es tan acusada que provocan hechos tan monstruosos como el atentado sufrido por el Papa».

Hondo pesar de Pujol y Garaikoetxea

El presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, puso de manifiesto su pesar por el atentado: «No sólo por mi filiación cristiana, sino por lo que representa. Sería una tragedia que el Papa muriera». A su vez, el lendakari Garaikoetxea envió un telegrama al Vaticano, en el que expresa, en nombre del pueblo vasco y de su Gobierno, «y en el mío propio, como católico», su profunda consternación. «Exprésole igualmente mi esperanza Divina Providencia disponga lo más conveniente ante actual estado Santo Padre», añade Garaikoetxea.El jefe del Gobierno envió al director general de Asuntos Religiosos, Luis Apostúa, para ponerse a disposición de la Comisión Permanente del Episcopado español, reunida en Madrid durante la tarde de ayer. Asimismo, Calvo Sotelo se mantuvo en contacto telefónico con el embajador de España en el Vaticano, José Joaquín Puig de la Bellacasa. Este último informó a EL PAIS que, en su opinión, no era extraño el atentado sufrido por Juan Pablo II: «Yo he venido informando de esa posibilidad desde hace tiempo, dada la personalidad del pontífice actual», afirmó.

Ministros: se impone una profunda reflexión

Distintos ministros del Gobierno se vieron sorprendidos por la noticia en el Congreso o en el Senado, donde atendían las respectivas sesiones parlamentarias. Los titulares de las carteras de Presidencia y de Justicia, Pío Cabanillas y Francisco Fernández Ordóñez, fueron informados de lo que ocurría por una periodista de Efe y sólo pudieron exclamar, al unísono: «¡Dios mío!». Más calmado, Fernández Ordóñez dijo después que «si observamos este hecho junto con los recientes atentados sufridos por el presidente norteamericano, el ex presidente francés y las bombas que trataron de hacer estallar sobre la reina de Inglaterra, vemos que se impone una reflexión más profunda, superior a una declaración superficial. De todas maneras, el intento de asesinato del Papa me ha producido una gran consternación».El ministro del Interior, Juan José Rosón, afirmó que «como todos los atentados terroristas, este es un hecho incalificable; por la dimensión de la persona y, por el símbolo de la obra que realiza podemos decir que es un atentado contra la humanidad entera». Iñigo Cavero, titular de la cartera de Cultura, aseguró que se encontraba «anonadado y entristecido por el punto al que puede llegar la locura humana».

UCD: hay que cambiar el modelo de ciudadano

Agustín Rodríguez Sahagún, presidente de Unión de Centro Democrático, lamentó así el atentado contra Juan Pablo II: «Es una acción muy grave. Se ha elegido a una persona que puede provocar una gran conmoción en todo el mundo. De este hecho tiene que salir una llamada a la solidaridad internacional para erradicar el terrorismo. El atentado indica que tenemos que cambiar el modelo de ciudadano que se está formando actualmente: se precisan hombres que apoyen la convivencia pacífica, capaces de unirse para que nuestra sociedad sea madura y amante de la paz».Para el portavoz centrista en el Congreso, Miguel Herrero, hay que hacer votos «por el restablecimiento de una persona que no sólo es jefe religioso de la Iglesia a la que pertenecen la inmensa mayoría de los españoles, sino el testimonio viviente de tres cosas, tanto más destacables cuanto más claras: la concepción del poder como un ministerio al servicio de los demás, la enérgica defensa de los derechos individuales y colectivos del hombre y la fidelidad sin concesiones a la comunidad religiosa de la que es máximo representante».

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_