_
_
_
_

4.000 zonas habitadas de los Países Bajos se levantan sobre suelo "envenenado"

Soledad Gallego-Díaz

El Gobierno holandés ha preparado un plan de construcción de cerca de un millón de apartamentos en los próximos diez años para intentar paliar el gravísimo problema de falta de viviendas que padecen los Países Bajos y que han dado origen en los dos últimos años al movimiento de protesta kraker. Sin embargo, el plan se encuentra paralizado ante el descubrimiento de que cerca de 4.000 zonas del país están seriamente contaminadas por desechos químicos.Holanda es uno de los pocos países europeos que hace frente a la crisis económica internacional con resultados aceptables, gracias a la competitividad de su potente industria. Pero esta misma industria, unida a las especiales características geográficas de Holanda, ha provocado un serio problema de contaminación, que exigirá una inversión enorme de fondos estatales en los próximos años.

La primera señal de alarma saltó hace menos de un año en la pequeña localidad de Lekkerkerk. Novecientas personas tuvieron que ser inmediatamente evacuadas ante la contaminación química del suelo, que ponía en serio riesgo su salud. Los trabajos de limpieza -que consistieron nada menos que en la sustitución de la tierra polucionada por otra limpia- costaron aproximadamente 170 millones de florines, es decir, más de 5.000 millones de pesetas.

El Ministerio de Sanidad ordenó una investigación para detectar otras zonas contaminadas. Los primeros resultados se han conocido ahora: más de 4.000 zonas habitadas en todo Holanda se levantan sobre un suelo envenenado. Aproximadamente trescientos puntos deben ser sometidos inmediatamente a limpieza. El plan de urgencia indica que al menos veinte zonas en las proximidades de grandes ciudadades deben ser descontaminadas sin la menor pérdida de tiempo, bajo amenaza de causar graves problemas sanitarios.

La limpieza de las 4.000 zonas envenenadas por desechos químicos costará, según cálculos gubernamentales, unos 50.000 millones de pesetas, aunque portavoces de movimientos ecologistas holandeses estiman que con esa cantidad «no hay ni para empezar». Los medios de comunicación han abierto una polémica sobre quién debe abonar estos gastos: el Estado o las empresas responsables de la contaminación. El primer problema será, en muchos casos, saber quién es el culpable de haber enterrado miles de toneladas de productos químicos.

La auténtica dificultad la plantea qué hacer con la tierra contaminada y con las 100.000 toneladas anuales de desechos químicos que producen las empresas radicadas en los Países Bajos. La posibilidad de quemarlos no solucionaría nada: la contaminación del suelo se convertiría en contaminación atmosférica.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_