El Gobierno está dispuesto a bajar el precio de las gasolinas si continúa descendiendo el de los crudos
El Gobierno tiene la voluntad e intención de rebajar los precios de las gasolinas y el resto de los derivados del petróleo de continuar y confirmarse la baja en los costes de los crudos en el mercado internacional, según declaró ayer el ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, en un encuentro con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).
Bayón, que no precisó hasta qué punto debían bajar los precios mundiales del petróleo para poner en marcha una reducción generalizada de los productos energéticos en España, matizó que el Gobierno no dudaría en hacerlo «aunque esta baja sea sólo de una peseta por litro» en las gasolinas. El ministro indicó que la Administración no ha modificado su política de repercutir al consumidor las variaciones en los precios de los crudos, por lo que era obvio que si había baja en éstos también se produciría en los que paga el usuario por los servicios derivados del consumo de energía.No obstante, Bayón argumentó que en el precio de los productos energéticos intervienen varias constantes aparte del coste de los crudos importados, tales como las variaciones en la cotización de la peseta respecto al dólar. Por eso dejó entrever que se debían confirmar estas variaciones antes de tomar cualquier decisión al respecto.
La última subida en marzo pasado
En la última subida de los productor energéticos, decidida por el Gobierno el pasado 13 de marzo, que colocó el precio de las gasolinas en torno a las 68 pesetas por litro (super), la Administración barajaba un coste medio del barril importado de 36,02 dólares y un dólar de 85,64 pesetas. También se afirmó entonces, de fuentes oficiosas, que muy posiblemente no harían falta más subidas durante este año.
En virtud de la baja real de los precios del crudo que se ha producido desde marzo (petróleo compensatorio saudí de 36 a 34 dólares, tres y cuatro dólares menos en crudos ecuatorianos y mexicanos y egipcios, así como la importante baja que se ha producido en el mercado spot o de entrega inmediata), no se puede decir tajantemente que se hayan registrado variaciones sustanciales en el coste medio de nuestro barril importado, pero tampoco se puede negar que este precio medio no haya descendido ya, pese a la ligera depreciación de la peseta experimentada en las últimas semanas.
A este respecto, informaciones procedentes de los dealers de crudo en Rotterdam confirmaban ayer que, en estos momentos, se pueden adquirir en los mercados libres importantes partidas de crudo ligero a 34,80 dólares por barril (más de un dólar por debajo del precio de referencia OPEP) y de crudo norteafricano a 37 dólares, es decir, cuadro dólares menos que lo que cobran Nigeria, Libia y Argelia por su petróleo de mayor calidad.
Esta tendencia a la baja en los mercados mundiales está forzando ya a algunos países europeos, donde las repercusiones en los costes de los crudos son inmediatas sobre los derivados, a llevar una política de anuncios de reducciones de precios. En el intervalo, algunas compañías están haciendo sabrosos negocios en el curso de los últimos días, al adquirir productos ya refinados en Rotterdam a un precio mucho más bajo que lo que supondría comprar crudo y luego refinarlo.
Pese a las declaraciones de Bayón, algunos expertos consultados por este periódico estiman que de producirse algún reajuste en los precios de las gasolinas en España no sería antes de un mes. Este plazo va en función de la próxima conferencia ordinaria de la OPEP de Ginebra, el 25 de mayo, en la que los trece miembros del consorcio deben aprobar los nuevos precios de los crudos para el segundo semestre del año.
Libia, contra Arabia Saudí
De cara a esta conferencia, las posiciones de los trece miembros son muy encontradas. Por un lado, Arabia Saudí, país responsable en gran medida de la tendencia a la baja en los precios que existe actualmente en el mercado, defiende la tesis de que el precio de referencia debe bajar o, por lo menos, no aumentar el suyo (Ryad vende el crudo a 32 dólares, cuatro dólares por debajo del precio de referencia). Por el lado contrario, el comandante Jalloud, segundo hombre fuerte libio, declaró ayer que Libia rechazará cualquier intento de la OPEP para bajar los precios y abogará, por su lado, por una reducción del volumen de producción conjunta para mantener así constantes los precios.
El comandante Jalloud lanzó un duro ataque a la política de precios y producción seguida por Arabia Saudí, a cuyo ministro de Petróleo, Zaki Yamani, responsabilizó del supuesto caos que se está registrando en el mercado mundial de crudos. Según el libio, el exceso de oferta que existe en estos momentos se debe al «incremento gratuito» de la producción saudí, que ha pasado de 8,5 millones diarios de barriles a 10,3 millones.
Por otro lado, el ministro Bayón se refirió a los dos temas centrales que preocupan, en estos momentos, a su departamento. En prime r lugar habló del reciente decreto-ley por el que se crea el Instituto Nacional de Hidrocarburos. Bayón defendió el fondo y la forma de dicho decreto y rechazó las acusaciones que el grupo socialista ha realizado a dicho proyecto. Señaló que con el ente se trataba de racionalizar toda la estructura de los hidrocarburos en el país, desde la obtención y producción de los mismos hasta su comercialización, pasando por el refino.
Sin aportar nada nuevo sobre el tema, Bayón también hizo mención a la revisión a la que está sometido el Plan Energético Nacional, elaborado, según el ministro, sin tener en cuenta y sin prever la enorme alza de los precios de los crudos que se produjo en los dos últimos años. Dijo que la revisión del PEN estará lista para el verano.
Remodelación del patrimonio de Campsa
Asimismo, Bayón habló de la futura remodelación del patrimonio accionarial que Campsa tiene en diversas compañías y sectores de la prospección de hidrocarburos. Según Bayón, el decreto contempla una filosofía contraria a que Campsa, como arrendataria del monopolio, posea participaciones en empresas cuyos fines pueden ser aprovechados, con ventaja frente a otras empresas, en beneficio propio.
En cuanto al decreto-ley sobre reconversión y reindustrialización, Bayón anticipó que éste será aprobado por el próximo Consejo de Ministros, una vez que la Comisión Delegada ya lo ha ratificado. El ministro de Industria se mostró muy evasivo sobre las críticas que sobre el mismo se han realizado respecto a la filosofía y objetivos de dicho decreto, aunque sí defendió su forma en función de las prisas del tema.
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