El aborto como crimen
Por las noticias que lee uno en la Prensa y en alguna que otra revista da la sensación que en el mundo hay un desequilibrio enorme en cuanto a valorar la vida humana, el matrimonio, la familia, etcétera; parece que se piense con los pies en vez de con la cabeza.La injusticia quiere aparecer como justicia; el pecado, corno virtud; la mentira, como verdad. ¡Se están trastrocando el valor y el orden de las cosas!
En el próximo mes de mayo, los italianos habrán de acudir a las urnas para resi ringir o ampliar la ley actual, que permite el aborto a petición en los tres meses primeros de embarazo. Este referéndum -convocado junto a otros cinco más- va a ser posible después de una serie de hechos que tienen como protagonistas al Movimiento por la Vida, al Partido Radical y al Tribunal Constitucional.
Para no hacer demasiado extensa la carta y para dar unas ideas de cómo está el panorama abortivo en Italia, reduciremos el tema a cuatro apartados:
a) Desde la aprobación de la ley del Aborto, por nueve votos de mayoría, el 22 de mayo de 1978, se han cometido más de 250.000 crímenes (abortos), el 74% de mujeres casadas.
b) El Partido Radical, ¡asombroso!, quiere mucha más libertad para el aborto y, por otra parte, quiere que haya un referéndum para prohibirla caza. ¡De locos!
c) El sentir popular está en favor de la vida del niño. El Movimiento por la Vida ha recogido más de 2.250.000 firmas en favor del nacimiento de los niños con mucho menos gasto que el Partido Radical, que se ha gastado veinte veces más y sólo ha llegado a las 600.000 en apoyo del aborto.
d) El 70% de los médicos que trabajan en hospitales públicos se niegan a realizar abortos, invocando la «cláusula de conciencia».
¡Menos mal que todavía quedan personas responsables con su profesión! ¡Enhorabuena! /
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.