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Programas satíricos y de debate político en la televisión británica

Andrés Ortega

El poder de los altos, funcionarios ha sido siempre un tema muy polémico en el Reino Unido, pero ahora la discusión ha llegado a las pantallas de televisión de un modo que se ha considerado muy positivo, con un programa satírico y una experiencia en simulación de situaciones.El programa de la BBC Yes, minister (Sí, señor ministro) consiste en una crítica caricaturesca de la influencia perversa y maquiavélica de un secretario en su ministro. Yes, minister, cuya primera serie ha terminado recientemente, ha tenido un gran éxito en el Reino Unido y ha sido distinguido con importantes galardones.

Por su parte, la cadena comercial de televisión ITV emitió esta semana tres programas en los que se veían las reacciones del público, de los altos funcionarios y de los nliticos ante tres Situaciones hipotéticas: un accidente en una central nuclear; la presentación del proyecto de un nuevo avión, y un golpe de Estado derechista en Ecuambo, antigua colonia británica en América Central. Acudieron a este programa representantes de la Prensa y de la industria, altos funcionarios que hasta ahora no solían aparecer en la pequeña pantalla y políticos, como Peter Shore, Roy Hattersley y Merlyn Rees.

Un consejero político señaló respectp al áccidente nuclear: «Hay que aparentar que se está haciendo algo». En el caso del nuevo modelo de avión presentado a un Gobierno que había prometido ayudar a las nuevas industrias, la discusión mostró una fuerte división entre funcionarios y políticos, con indicaciones de cómo se filtraban informaciones a la Prensa.

Respecto al golpe en Ecuambo, los políticos reaccionaron en principlo de un modo muy diplomático, dentro de la tradición del Foreign Office, pero luego comenzaron a insistir sobre los derecheis humanos, en contra de los funcionarlos o del Ministerio de Comercio, interesado en lograr para el Reino Unido el proyecto de construcción de una gran central eléctrica. Se habló incluso, para conseguirlo, de una posible visita de la reina Isabel II de Inglaterra a la antigua colonia británica. En resumen, de forma directa y divertida se mostró el funcionamiento de la burocracia británica, de su poder y de su esencial realismo, que a menudo se convierte en cinismo.

Aunque el Reino Unido es una de las naciones en donde está más arraigada la costumbre del secreto oficial, sus protagonistas discuten en televisión estos temas de un modo que ha sido acogido muy favorablemente por el público.

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