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Los comunistas de Alemania Oriental conceden también un voto de confianza a sus colegas de Polonia

En un tono claramente moderado y conciliatorio sobre Polonia se manifestó ayer el secretario general del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED-comunista), Erich Honecker, en la apertura del 10º congreso del partido en Berlín Este. En su discurso de cinco horas, Honecker se refirió a «la crisis del sistema capitalista y su incapacidad para solucionar los problemas crecientes de la humanidad» y realizó un balance, carente por completo de tonos críticos de lo conseguido en la RFA, con continuas referencias laudatorias a la Unión Soviética.

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Aire festivo en Berlín Oriental

El secretario general del partido comunista de la RDA, Honecker, se pronunció sobre Polonia en la misma línea que hace cinco días lo hizo el secretario general soviético Leónidas Breznev, en Praga. Hasta las palabras fueron casi idénticas.Honecker leyó, con tono alto y penetrante, el informe del comité central, que tenía más de noventa páginas impresas, en las que sólo doce líneas estaban dedicadas a Polonia.

Honecker dijo que «sabemos por propia experiencia que la verdadera amistad se muestra en las situaciones complicadas. Esto se manifiesta sobre todo en nuestras relaciones con la República Popular de Polonia». En este punto, unos breves aplausos interrumpieron el discurso de Honecker.

Inmediatamente, Honeeker leyó en su informe que «como todos sabemos, continúan las serias dificultades con que el Partido Obrero Unificado Polaco tiene que luchar. Nuestro partido anunció desde el primer momento su solidaridad hermana con los comunistas polacos, con todos los patriotas de Polonia, que luchan para defender y fortalecer el socialismo en su patria». Hace cinco días, Breznev habló en Praga de «los verdaderos patriotas polacos».

Honecker continuó diciendo que «actuamos conforme a esa norma y así continuaremos. Tanto más cuanto que los camaradas polacos, en el encuentro de los representantes de los Estados del Tratado de Varsovia en diciembre de 1980 en Moscú, manifestaron contra las maquinaciones de todas las fuerzas contrarrevolucionarias que Polonia era, es y permanecerá socialista». De nuevo, los aplausos interrumpieron en este punto la lectura del discurso de Honecker.

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La referencia a la cumbre de Moscú coincide con la línea de moderación marcada por Breznev en Praga y continuada por Honecker ayer en Berlín Este. El comunicado de Moscú se interpretó en diciembre en Polonia como un voto de confianza a la dirección del partido comunista polaco. Ahora parecen repetirse los términos, después de la inquietud despertada por el discurso del secretario general checoslovaco, Gustav Husak, y las prolongadas maniobras del Pacto de Varsovia en y alrededor de Polonia.

Crisis del capitalismo

En la parte de política internacional, al comienzo de su informe, Honecker declaró la crisis del capitalismo: «Una crisis sucede a la otra, mientras en nuestra casa continúa el desarrollo en todos los campos. De nuevo se manifestó la unidad de la política económica y social. El nivel material y cultural de vida de los trabajadores aumentó considerablemente. Hechos extraordinarios fueron culminados en la competición socialista en honor del 10º congreso ». El secretario general repitió continuamente los éxitos logrados, y en gran cantidad de ocasiones mencionó la amistad y los éxitos de la Unión Soviética, palabras que eran seguidas atentamente por el miembro del Politburó soviético Mijail Suslov, que representa a su país en el congreso.

Suslov fue recibido con una cerrada ovación de los 2.500 delegados, que, puestos en pie, gritaban «Arriba, arriba», a lo que el anciano líder soviético correspondió con una mano sobre el corazón. Suslov hizo su entrada al congreso inmediatamente detrás de Honecker y por delante de los otros dirigentes de la RDA, el presidente del Gobierno, Willi Stopli, y el presidente de la Cámara Popular, Horst Sin dermann.

Al congreso asisten 125 delegaciones de 109 países, entre las que figura una representación del Partido Comunista de España, con el miembro de la ejecutiva Santiago Alvarez y Miguel Morán del Comité Central, y también un re presentante del Partido Socialista Obrero Español, el diputado Julio Busquets. Entre los bien trajeados delegados sólo llamaba la atención el uniforme militar del representante del Frente Sandinista de Nicaragua y del presidente de la Organización para la Liberación d Palestina, Yasir Arafat, que llevaba su keffi característico.

Representante polaco

En las salutaciones a los invitados, inmediatamente después de la Unión Soviética siguió Polonia que está representada por el miembro del Politburó Kazimierz Barcikowski, el que firmó el acuerdo de Szczecin el pasado verano, donde no se mencionó el papel dirigente del partido. Barcikowski se levantó para saludar y se sentó rápidamente, lo que dio una ligera impresión de que pasaba por una situación embarazosa. A diferencia de otros dirigentes de «partidos hermanos», Barcikowski no fue recibido con besos en el aeropuerto, sólo hubo apretones de manos. La presencia de Barcikowski en Berlín Este representa también un cierto cambio respecto a los congresos recientes de los partidos de Bulgaria y Checoslovaquia, donde estuvieron en representación del partido polaco los representantes de la «Iínea dura», Grabski y Olzowski. Barcikowski está considerado como un pragmático, partidario de la «renovación».

En su informe ante el congreso, Honecker se pronunció a favor de la política de «coexistencia pacífica entre los Estados con diferentes órdenes sociales», porque es el único camino «para alejar el peligro de una nueva guerra mundial y asegurar la paz de forma duradera».

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