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El conflicto del Hospital Provincial

Concluyó la huelga sin que los médicos lograran sus principales reivindicaciones

Los médicos habían planteado desde el principio del conflicto como cuestiones no negociables el cese del doctor Barros como director técnico del hospital, la consecución de un convenio-franja exclusivo para ellos y el sobreseimiento de los expedientes incoados con anterioridad al conflicto. No obstante, en la madrugada de ayer, de forma inesperada, cambiaron estas reivindicaciones por las siguientes: una mayor participación en las cuestiones de organización asistencial del centro y la elección por todo el colectivo de los cargos de dirección, exceptuando al director, además de que su representatívidad como sección sindical quedara reponocida.Este cambio, además de problemas de entendimiento de última, hora, dificultaron que el acuerdo quedara firmado en la tarde de ayer, junto con la postura firme de la Diputación de querer mantener por encima de cualquier otra cosa el principio de autoridad.

A primera hora de la noche de ayer, el ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Jesús Sancho Rof, el presidente de la Diputación Provincial, José María Rodríguez Colorado, y la presidenta del consejo de administración del hospital, María Gómez Mendoza, firmaron ayer el acuerdo redactado en la larga negociación mantenida con los médicos del Hospital Provincial durante toda la noche del martes al miércoles, con el añadido de pequeños reto ques sugeridos por el ministro. Aunque los representantes de los médicos estaban de acuerdo en el contenido del documento y parecía que ya nada se oponía a la firma del mismo, la asamblea general de médicos, celebrada en la misma noche del miércoles, consideró que los términos del acuerdo no eran aceptables y plantearon tres nue vas reivindicaciones.

Estos cambios importantes no fueron aceptados ni por el ministro ni por el presidente de la Diputación, quienes en la tarde de ayer y después de esperar durante dos horas a los médicos, sin que éstos se presentaran a la cita, decidieron firmarlo unilateralmente y dar un plazo de varias horas para que también los médicos lo rubricaran.

Advertencia ministerial

Sancho Rof advirtió claramente, a mediodía de ayer, a los médicos que no estaba dispuesto a nuevos aplazamientos y que, tanto si se llegaba a un acuerdo como si no, el Ministerio consideraba terminado su papel de mediador. Mucho más duro fue José María Rodríguez Colorado, quien declaró ayer que ya había aceptado el documento fruto de la negociación del martes al miércoles y que la Diputación no estaba dispuesta en absoluto a vanar ni una coma, y mucho menos recomenzar las negociaciones desde bases distintas.Rodríguez Colorado declaró que «únicamente la minoría de médicos que ha generado el conflicto mantiene posiciones de in transigencia y contrarias al acuerdo logrado. La Diputación tiene constancia de que la gran mayoría de médicos estaría dispuesta a la firma, y da por terminado un conflicto del que ya se encuentran cansados». El presidente de la Diputación valoró positivamente la actitud mediadora del ministro, a la que calificó de correcta e imparcial. El presidente reiteró ayer que la dimisión del doctor Barros no era negociable y que se mantendría en su puesto con el apoyo pleno de la Diputación. Rechazó de nuevo la posibilidad de negociar un convenio exclusivo para ellos y ofreció por enésima vez que las reivindicaciones salariales y laborales serían recogidas en el convenio colectivo general para todo el centro. Asimismo, el sobreseimiento de lo expedientes a los 32 profesores jefes de servicio se llevarla a cabo sólo si previamente aquéllos reconocían por escrito su acatamiento a la presidenta del consejo de administración del centro, María Gómez Mendoza.

El documento elaborado tras la negociaciones de la noche del martes al miércoles recoge aquellos puntos que la Diputación está dispuesta a pactar con los médicos. y que, al menos los representantes de éstos, presentes en las negociaciones, debieran considerar como válidos, puesto que participaron en su redacción. En él se recogían aspectos relativos a la participación de los médicos en la organización de los aspectos puramente asistenciales del hospital; el sobreseimiento de los expedientes con la condición citada antes; que la dirección técnica del hospital adopte una forma colegiada, con el nombramiento de tres subdirectores elegidos por los médicos y ratificados por la Diputación y la constitución en el hospital de la sección sindical del Sindicato Médico de Madrid, adscrito a la Confederación Estatal de Sindicatos Médico (véase EL PAIS de ayer).

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Sin embargo, en la noche del miércoles se celebró una asamblea en la que se esperaba que el colectivo médico diera el visto bueno a lo negociado por sus representantes. Pero, antes al contrario, la asamblea consideró insuficiente el contenido del acuerdo y señaló tres nuevas reivindicaciones que deberían negociarse en sustitución de las anteriores.

Estos tres nuevos puntos son« elección democrática por parte del colectivo médico de todos los cargos del hospital, a excepción del gerente. Es decir, el doctor Barros no permanecería en su puesto gracias al apoyo de la Diputación, sino por decisión directa de los facultativos. El segundo punto exigía el sobreseimiento de los expedientes sin condiciones, y el tercero, el reconocimiento de la sección sindical citada.

Estas nuevas condiciones han sido consideradas inaceptables y fuera de lugar por la Diputación, que insiste en que el puesto de director es un cargo de confianza política y cae plenamente dentro de los derechos de la Diputación. En cuanto al tercer punto, Rodríguez Colorado ya dijo en días anteriores que no se puede presentar como una reivindicación a conseguir, sino como un derecho de los médicos a ejercer, ya que la normativa vigente señala que un sindicato que esté reconocido legalmente en el Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación (IMAC) puede constituir sus secciones sindicales donde lo desee, y la Diputación se limita a darse por enterada.

Se resquebraja la unidad de los médicos

Las opiniones contrastadas por EL PAIS permiten asegurar que, efectivamente, un sector de los médicos está ya cansado del conflicto, y que sólo un sector muy politizado, identificado con ideologías ultraderechistas, pero con bastante fuerza en el colectivo médico, tenía interés en continuarlo hasta las últimas consecuencias.Sancho Rof convocó a ambas partes en conflicto a la firma del acuerdo en el Ministerio, a las siete de la tarde, sin que los médicos se presentaran a la cita.

La firma final se produjo una vez terminada la asamblea, pasadas ya las dos de la madrugada de hoy, una vez que el recuento de votos permitió conocer la aceptación definitiva del acuerdo. Se estima que el sector de médicos más reacio a la firma del acuerdo vio fortalecida su postura por una nota del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, instando a los médicos a que no aceptaran ninguna condición humillante y parece que se consideraría como tal la condición que deben cumplir los 32 profesores jefes del servicio (reconocer expresamente su acatamiento a la autoridad de María Gómez Mendoza) para el sobreseimiento de sus expedientes.

Noticias de última hora parecen confirmar que el ministro y los representantes de la Diputación accedieron añadir algunos retoques al documento del acuerdo para facilitar su aceptación por los médicos.

Fuerza Nacional del Trabajo, central sindical con representación en el hospital, ha denunciado la «¡legal actuación» de la Diputación ante la OIT. Al contrario, en el día de ayer continuaron llegando adhesiones de distintos puntos de España a la política de la Diputación Provincial.

Esta información ha sido elaborada por Carlos Bellver, Andrés Manzano, Fernando Granda y Angeles García.

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