El presidente Reagan sigue mejorando
El presidente Ronald Reagan tenía fiebre ayer al despertarse según el último boletín sobre su estado de salud. La vuelta de Reagan a la Casa Blanca, si no surgen complicaciones, está prevista para este fin de semana.
Diez días después de haber sido herido en atentado, en el centro de Washington, el presidente dedica alrededor de dos horas diarias a trabajar.
Quienes le han visitado en el hospital de la Universidad George Washington afirman que ha perdido peso y tiene un aspecto demacrado, pero su estado de ánimo es bueno. El portavoz del hospital, doctor O'Leary, dijo ayer que cuando Reagan vuelva a la Casa Blanca estará recuperado, pero al principio sólo podrá trabajar pocas horas al día.
Reagan ha recibido desde que está hospitalizado unos setecientos ramos de flores y muchos kilos de sus caramelos blandos preferidos, que llegan regularmente a la Casa Blanca.
Los servicios secretos norteamericanos han revelado que, desde el atentado sufrido por Reagan el 30 de marzo pasado, menudean las amenazas contra la vida del presidente.
Un hombre que ya quiso atentar, contra los presidentes Lyndon Johnson, Richard Nixon y Gerald Ford fue detenido el miércoles.
Harry Thomas Smith, de 34 años, fue detenido en Raleigh (Carolina del Norte), en una estación de autobuses, cuando confesó a un policía de paisano que el presidente Reagan «no vivirá demasiado si cae en mis manos».
