La televisión francesa cumple medio siglo

La televisión francesa cumple este año medio siglo de existencia. En 1931 apareció por primera vez un televisor en un domicilio. Hoy, diecinueve millones de aparatos de televisión (uno por cada tres habitantes) hacen de este medio de comunicación la segunda de las invenciones modernas, tras el automóvil, que más ha modificado la vida de los franceses.

El automóvil y la televisión son los dos inventos que más han influido en la existencia de los franceses a lo largo del desarrollo, de la era industrial. Es lo que indica un estudio del semanario especializado en televisión Tele- 7 días, realizado con motivo del primer cincuentenario de la televisión en este país.La televisión en Francia ya no ejerce la fascinación que aún se observa, por ejemplo, en España, en donde aún es fácil comer o beber en los restaurantes y cafés sometidos al suplicio -o a la «liberación» del colonialismo cultural que ha impuesto este medio en el mundo entero. Pero la televisión en Francia, como en el resto del planeta, continúa siendo el dios de la civilización de masas. Dentro de un mes, al nuevo presidente de la República no le elegirán los mítines, ni los programas de cada candidato, ni los cientos de toneladas de papel impreso, ni las martingalas electoralistas. Mucho más que todos estos factores influirá de manera determinante la actuación en la televisión de los aspirantes a ocupar por siete años el palacio del Elíseo.

Uno de los expertos en temas audiovisuales, Arthur Conte, escritor y ex director del monopolio estatal de la Radio y Televisión Francesa (ORTF), afirmaba días pasados: «Aliada a la informática, la televisión va a cambiar totalmente antes de cinco años nuestra vida cotidiana. Con la llegada de los videodiscos y de los videocasetes no sólo va a proporcionar los medios más poderosos de una nueva cultura a cada individuo, sino que puede imponer una nueva escuela y una nueva universidad».

La influencia de la televisión en el modo de vida de los franceses alcanza cotas diferentes, según las clases sociales, profesionales, b según los sexos. Pero globalmente ocupa el segundo lugar, tras el automóvil: el 51% de los galos dicen que es este último, de todos los inventos modernos, el que más ha modificado su existencia. Para el 48%, la televisión; para el 44%, el teléfono; para el 33%, la máquina lavadora; el 20% se siente más tocado por la nevera, y el mismo porcentaje por la radio. Sólo el 1 % dice que no opina, lo que indicaría que la sociedad francesa, íntegramente, es solidaria del progreso.

La misma encuesta revela que la incidencia de esas invenciones en la socied,ad gala cambia sensiblemente al contemplar los diferentes grupos profesionales o sociológicos. Por ejemplo, para los hombres, el coche (58%) es más importante que la televisión (53%). Para las mujeres, la lavadora (el 47%) supera al teléfono (45%), a la televisión (44%) y al coche (44%). Los jóvenes se sienten más sensibilizados por el coche que las personas mayores. El fenómeno es inverso cuandose trata de la televisión.