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Los trabajadores españoles están llenos de sensatez, afirma Segurado

«No hay ninguna parte de la sociedad que pueda eludir su cuota de responsabilidad en la crisis», declaró ayer a EL PAIS José Antonio Segurado, gravemente preocupado por las opiniones vertidas en una reunión de empresarios celebrada en Zaragoza y que un testigo presencial le atribuyó. Para el presidente de la comisión de relaciones internacionales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), hay diversos factores que inciden en la actual crisis económicas, y si ésta ha sido mayor que en el resto de la Europa occidental, Segurado estima que en ello ha tenido una gran influencia el hecho de que en el período de transición se haya dado prioridad a los temas políticos, relegando los económicos.Según Segurado, en la reunión no hubo tensiones y esta opinión es corroborada por Javier Ferrer, vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Zaragoza y de CEOE. Ferrer declaró a EL PAIS que «como dirigentes empresariales, no opinamos así de forma generalizada», refiriéndose a las afirmaciones de carácter radical y altamente conservador que, según nuestras fuentes, se expresaron en la citada reunión.

Con respecto a una de ellas, la opción por un Gobierno autoritario, Segurado nos dijo: «He defendido toda mi vida que los Gobiernos ejerzan la autoridad democrática de la que están investidos. Precisamente fui uno de los pocos líderes empresariales que en la noche del 23, se jugó el tipo diciendo lo que pensaba».

Para Segurado, los trabajadores españoles están llenos de sensatez. Manifiesta también defender una composición de la empresa en la que, bajo la coordinación del empresario, que es quien tiene la idea y se reserva la decisión final, se conjuguen las tres partes fundamentales, es decir, capital-accionistas, técnica- directivos y mano de obra-trabajadores.

Preguntado por su opinión sobre las centrales sindicales, José Antonio Segurado dijo que él había formado parte del equipo que firmó el primer AMI y que ello probaba su capacidad negociadora, y añadió: «De cualquier modo, yo distingo entre unas centrales y otras, hay unas de confrontación y otras de concertación, pero, sí, las centrales son los interlocutores claros».

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