_
_
_
_

La OTAN prueba su capacidad militar de respuesta a un supuesto ataque soviético

Soledad Gallego-Díaz

Los ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico, Norte (OTAN), sus respectivos jefes de Alto Estado Mayor y todos los puestos de mando de la Alianza Atlántica se mantendrán once días en estrechísimo contacto, tomando sobre el papel decisiones que suponen la vida o muerte de miles de personas.

Se trata de los famosos ejercicios de coordinación de la OTAN, que se celebran cada dos años, y que pueden involucrar a los propios jefes de Estado, a los que se mantiene informados del desarrollo de la hipotética -batalla, y a los que repentinamente, se les puede solicitar su última palabra para los movimientos más peligrosos o espectaculares.Un equipo de estrategas ha preparado, con el más absoluto secreto, un supuesto ataque de navíos soviéticos a las fuerzas aliadas en un punto no concretado del Atlántico. A partir de ese momento, que se produjo el pasado lunes, estalló la crisis y jefes de Estado, ministros y militares se lanzaron a una actividad frenética- de consultas, órdenes y análisis de información, que se prolongarán durante once días. Nadie, salvo el equipo de estrategas, sabe cuál será el desarrollo de la crisis ni la reacción del enemigo.

El objetivo del ejercicio, denominado en esta ocasión Winter-Ci-mex 81, es comprobar la eficacia de las comunicaciones y la rapidez en la toma de decisiones en cada una de las quince capitales de la Alianza Atlántica. Todo se realiza, sobre el papel, sin que intervenga un sólo soldado, pero, desde el punto de vista de los expertos aliados, se trata del ejercicio más importante a que se someten voluntariamente las estructuras de la OTAN. Dada la organización de la Alianza, un eventual fallo en la comunicación entre los quince sería calificado de catastrófico. desde el punto de vista militar. En el ejercicio participan los cuatro satélites al servicio del cuartel de Evere, centro de comunicaciones y diplomático de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Esta guerra teórica, protagonizada al más alto nivel militar y político, fue ideada en 1968, a raíz de la invasión soviética de Checoslovaquia. Unas maniobras similares, previstas para el pasado año y denominadas Hilex, fueron suspendidas a consecuencia de los acontecimientos de Afganistán. Los políticos aliados estimaron que la realidad ya era bastante tensa y exigía suficientes contactos como para sumarles los de mentira. El ejercicio inmediatamente anterior, celebrado en 1979, ofreció como conclusión más importante que, en caso de que la Unión Sovíética utiIizase un día armas químicas, la OTAN no podría responder más que con armas nucleares.

Los ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores, que estudiaron estas conclusiones en su último encuentro, en diciembre de 1980, discutieron la oportunidad de introducir en estas maniobras de papel la utilización de armamento nuclear.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_