Retraso en la negociación entre Portugal y la CEE

Las negociaciones acerca del ingreso de Portugal en la Comunidad Económica Europea (CEE) y el eventual retraso en su conclusión ha sido el tema central de las conversaciones entre los primeros ministros portugués, Francisco Pinto Balsemão, y holandés, Andreas van Agt, que ocupa actualmente la presidencia del Consejo de Ministros de la CEE. Van Agt ha realizado una breve visita a Portugal en compañía de su ministro de Asuntos Exteriores, por invitación del jefe del Gobierno portugués.Aunque por motivos diferentes, Van Agt y, Balsemão están de acuerdo sobre un punto: los procesos de adhesión de España y Portugal no deben ser examinados conjuntamente y merecen un tratamiento diferente por parte de la CEE.

Pinto Balsemão ha insistido sobre el tema, subrayando que Portugal no aceptaría bajo ningún pretexto la «globalización» de las negociaciones con los dos países ibéricos.

Van Agt, en respuesta a un periodista, contestó negativamente a la eventual extensión a Portugal de la recomendación del Consejo de Europa, según la cual el ingreso de. España en la CEE debería ser acelerado, como contribución para la consolidación del régimen democrático, después del intento de golpe del 23 de febrero. «De ninguna manera», precisó Van Agt, «ya que todas las informaciones que nos han sido proporcionadas indican que la democracia portuguesa no corre ningún peligro ».

Portugal sigue insistiendo en que se respete el calendario inicialmente previsto, con el 1 de enero de 1983 como horizonte para la conclusión de las negociaciones. En Bruselas, según Van Agt, se considera la fecha de 1984 como más probable, por no decir 1985.

Van Agt ha revelado también que el primer ministro portugués le ha explicado las dificultades económicas que Portugal afronta, lo que hace necesaria una mayor ayuda y comprensión por parte de sus futuros socios europeos, concretamente en el sector energético.

Balsemão habría manifestado el deseo de una intervención más activa de la CEE a favor de una solución negociada para los problemas de Oriente Próximo. El jefe del Gobierno holandés consideró legítima la preocupación de Portugal por la evolución de la situación en la región del golfo Pérsico: el 83% de sus importaciones de petróleo provienen del golfo.