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La banca puede recuperar hoy el aseguramiento de las emisiones de deuda pública

La negociación que tendrá lugar en la mañana de hoy, miércoles, en el Ministerio de Hacienda entre los representantes de la banca privada, cajas de ahorro y los del Gobierno (subsecretarios de Presupuesto y de Economía, Martín y García Roméu) puede acabar -según impresiones recogidas por EL PAIS- con la victoria de los primeros, al conseguir recuperar el aseguramiento de las emisiones de deuda pública de 1981 por valor de 90.000 millones de pesetas a medio plazo y la subasta restringida de 30.000 millones a corto plazo.

El inminente acuerdo sobre este tema podría marcar, según los expertos, el principio de un nuevo idilio entre la banca y el Gobierno, interrumpido por la reciente reordenación y liberalización del sistema financiero (véase EL PAIS de ayer).El Ministerio de Hacienda, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Economía, inició en 1980 una nueva política al emitir la deuda pública por primera vez en los últimos años sin el aseguramiento de las entidades de crédito. El aseguramiento supone un compromiso por parte de bancos y cajas por el cual garantizan al Tesoro la colocación de todas las emisiones entre el público o entre ellos mismos. La ruptura del aseguramiento en 1980 supuso una experiencia calificada de «muy positiva» por altos cargos de Hacienda que nunca ocultaron su satisfacción por el éxito obtenido. La deuda fue colocada en cantidades semejantes a las previstas para 1981 sin apenas problemas. Se inició un proceso de desintermediación del sistema financiero que alertó a los banqueros, temerosos de perder la exclusiva de la captación de recursos, hasta tal punto que iniciaron una campaña de presión para recuperar el terreno considerado «perdido».

La posición de la Asociación de Banca Privada (ABP) sobre este tenia está hábilmente recogida en el informe enviado a finales del pasado año al Ministerio de Economía sobre la liberalización del sistema financiero. En aquel informe confidencial, tras la introducción dedicada a cantar las excelencias de la economía de mercado, se incluyó un primer apartado sobre la deuda pública.

«La AEB entiende que la política de deuda pública es uno de los factores que más pueden incidir en el buen o mal funcionamiento del sistema financiero y, por tanto, piensa que pretender proseguir en la liberalización del sistema sin antes resolver el problema que hoy significa la colocación de la deuda sería erróneo».

La posición de la banca es clara y coherente

A partir de ahí la posición de la banca es muy clara y coherente: «Entre las diversas formas de colocar la deuda, la banca desestima la alternativa consistente en crear una agencia del Estado para tal fin, ya que supondría un despilfarro burocrático de fondos», «la banca considera que lo menos malo es el aseguramiento de las emisiones», «la banca está dispuesta a asumir el compromiso de asegurar las emisiones de deuda pública y se ofrece al Gobierno para colaborar con la autoridad monetaria», «la deuda debe ser a medio plazo (no inferior a cinco años), siendo éste tan largo como sea posible para que resulte vendible».Este primer apartado del informe de la patronal bancaria termina diciendo: «Vistos los ofrecimientos que anteceden, el propósito de ofrecer al público deuda pública a corto plazo no tendría, en nuestra opinión, ninguna justificación y, en la, actuales circunstancias, la banca lo estimaría como muy perjudicial para los fines que el sistema financiero debe cumplir».

Algunos expertos financieros han afirmado a este periódico que «la banca, con su benéfico ofrecimiento de asegurar las emisiones de deuda pública, parece dispuesta incluso a perder dinero con tal de mantener el control máximo sobre la captación de recursos».

Contrapartidas por asegurar la colocación de la emisión

Al ofrecerse la banca a asegurar la colocación de toda la deuda exige como contrapartida, aparte de las correspondientes comisiones de venta y aseguramiento, la participación en el propio diseño del producto, es decir, las características de la emisión, tipos de interés, publicidad, etcétera.Con ellos trata la banca de defenderse de lo que han calificado, no sin cierta razón, como «competencia desleal del Estado, pues el Tesoro puede pagar tipos altos y despilfarrar el dinero de todos, ya que dispara con pólvora ajena». Hoy se avanzará en el diseño final de los títulos situándolos en torno al 12,5% de interés y 22% de desgravación fiscal, con lo que el Tesoro se ahorraría en principio medio punto con respecto al año anterior. «Tratamos de diseñar un titulo -según una fuente bancaria- que no sea tan bueno que hunda el mercado ni tan malo que no podamos colocarlo». El tipo de interés, en el segundo semestre, podría rondar el 12,75%, con lo que, en todo caso, tratan de marcar una tendencia a la baja.

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