Por primera vez, la guerrilla palestina se infiltra en Israel por vía aérea

Dos guerrilleros palestinos intentaron en la noche del viernes al sábado, cruzar en ala -delta, desde Líbano, la frontera israelí sin ser detectados. Ambos pilotos fueron capturados, el primero, por el Ejército israelí, en Galilea occidental; el segundo, por las milicias cristianas del comandante Saad Haddad, que le entregaron a las autoridades hebreas.Para infiltrarse en Israel, la resistencia palestina utilizó, por primera vez, dos ala-delta de fabricación japonesa, a los que les había sido añadido un asiento, tres ruedas y un motor de hélice. Esta cometa sofisticada disponía de una autonomía de vuelo de cien kilómetros y podía alcanzar una velocidad máxima de 45 kilómetros. Además del piloto, el aparato podía transportar una carga útil de veinticinco kilos. El viernes, a medianoche los habitantes del kibutz de Afek fueron sorprendidos por el ruido de un pequeño motor, pero sólo a la mañana siguiente, al encontrar una pistola de fabricación soviética al lado del ala delta abandonado, dieron la alerta.

En las primeras horas de la madrugada del sábado, el piloto palestino, armado con un fusil de asalto Kalachnikov y varias granadas y minas, emprendió camino hacia el Noroeste, llegando incluso a secuestrar durante varias horas a un joven israelí.

Poco después de las cinco de la mañana, un policía israelí encontró al palestino medio dormido en la casa de un beduino de la localidad de Tamra, que, aprovechando el descanso de su huésped forzoso, advirtió a las autoridades.

El otro piloto infiltrado, un adolescente de dieciséis años, fue descubierto mientras dormía, en el enclave cristiano del sur de Líbano, por las milicias del comandante libanés Haddad, que lo condujeron hasta el puesto fronterizo de Rosh Hanikra donde lo entregaron al Ejército israelí. Disponía del mismo armamento que el otro guerrillero.

El general Raphael Eytan, jefe del Estado Mayor israelí, afirmó que el Ejército israelí estaba al corriente de que los palestinos proyectaban introducirse en Israel por medios no convencionales.

Los círculos palestinos en Beirut opinan que, aunque la operación no haya sido un éxito militar, tendrá un efecto psicológico positivo, ya que ha quedado demostrado que las cometas con motor pueden cruzar la frontera israelí sin ser detectadas por los radares israelíes.