Para los que
pensábamos que el «código de estilo» y la asepsia en las noticias estaba acabando con lo que, para un profano, debía ser la misión de los medios de comunicación, la primera edición extraordinaria de su periódico el día 23 y la cadena SER nos devolvieron la ilusión perdida. No sabe cómo desearíamos que ese gesto no fuera la última muestra de orgullo del que siente que no tendrá otra oportunidad en mucho tiempo. Sino que fuera reflejo de un deseo de llegar hasta el fondo de la información en la medida de sus posibilidades. Y que si estas son nulas, lo manifieste también. Hoy más que nunca la transparencia yobjetividad de los medios de información nos es vital.Por otra parte, no podemos dejar de alarmarnos por los numerosos indicios que apuntan hacia un intento de paralizar las investigaciones en curso con el fin de que el tiempo diluya, una vez más, la tragedia que estuvo a punto de consumarse. Desde nuestra indefensión e impotencia de simples ciudadanos manipulados crece el temor de que su retorcida mente de locura cree nuevos «salvadores de la patria». De una patria que los ha repudiado y que no desea ni necesita ser «salvada» por nadie de un camino que eligió libremente.
El día 23 recordé unos versos, de Bertol Brecht creo, que más o menos decían así: «General, tu tanque es poderoso, puede disparar, puede matar. General, pero tiene un defecto: lo conduce un hombre, y puede pensar».
Hoy, cuando la inmensa mayoría de los españoles se han lanzado a la calle para negarse a ser «conductores de tanques» por la fuerza, he sustituido mi temor por la esperanza en todos aquellos hombres que siempre serán capaces de pensan/
