La sustitución de Suárez

Dicen los más satisfechos con la dimisión de Suárez que el motivo ha sido el fracaso de una política, sobre todo de la económica. Pues bien, al máximo responsable de la economía con el Gobierno Suárez, con rango de vicepresidente, se le nombra por aclamación jefe de Gobierno, para que arregle, ahora sí, la cuestión. A mí se me ocurren 5.000 preguntas:¿Es que la economía no iba mal encaminada y sólo se trataba de cargarse al presidente? ¿Es que don Leopoldo no hacía todo lo que sabe y se estaba reservando, traicionando a su presidente y al pueblo? ¿Es que Suárez no dejaba hacer a su vicepresidente, y, entonces, éste cómo aceptó el cargo, o no dimitió después? ¿Es que la cosa no marchaba con Suárez porque le estaban boicoteando las derechas y los poderes fácticos, cosa que no piensan hacer con el iiuevo elegido? ¿Es que en este lapsus de tiempo Calvo Sotelo ha sido insuflado por el Espíritu Santo? ¿Es que un señor al que el pueblo no ha elegido puede tener más fuerza moral que el elegido dos veces por el pueblo español? ¿Es que, por esto, el nuevo presidente no va a estar sometido al acoso y derribo de los medios informativos? ¿Es que al ser menos guapo y menos simpático va a contar con menos envidias y más ayudas de los feos y meapilas?

¿Cómo, si don Leopoldo y don Adolfo han hecho el partido codo con codo y la política boca con boca, pueden ser considerados el uno como un conservador y el otro como un rojo peligroso? ¿Será por las respectivas cunas? /