Seis heridos en el atraco con rehenes a una sucursal bancaria de Bilbao

Dos personas, que observaban a distancia los acontecimientos, resultaron heridas de bala ayer en Bilbao en el curso de una espectacular operación del cuerpo especial de la Policía Nacional (GEO) para detener, a dos atracadores que, tras tomar ocho rehenes, se habían hecho fuertes en el interior de una sucursal del Banco de Vizcaya. Los atracadores, que tuvieron que ser protegidos por la policía para evitar que fueran agredidos por algunas personas que se lanzaron sobre ellos a los gritos de matadlos, habían pedido como condición para liberar a los rehenes que se les hiciera llegar una jeriguilla con una cierta dosis de heroína y se pusiera a su disposición un automóvil con el depósito lleno de gasolina. También resultaron heridos leves cuatro policías.

La operación de asalto de los GEO se produjo poco antes de las cuatro de la tarde, siete horas después de que los dos atracadores Felipe Corbeira y Santiago Sesumaga, que iban armados con sendos rifles, decidieran retener a tres clientes y cinco empleados de la entidad, al ver que ésta era rodeada por la policía. Una hora después de iniciarse el suceso, los atracadores liberaron a uno de los rehenes, enfermo diabetes, con el que transmitieron sus condiciones, que transmitieron sus condiciones, que luego reiterarían a través de una emisora de radio local.Desde las tres de la tarde, hora a la que expiraba el plazo dado por los atracadores para el cumplimiento de sus condiciones, dos comandos de los GEO fueron tomando posiciones en dos extremos de la oficina bancaria que quedaban fuera del campo visual posible de los atracadores, que periódicamente hacían asomarse a los rehenes a una de las ventanas de la planta superior. Un policía, que actuaba como negociador, entraba y salía repetidamente al banco para parlamentar. Mientras proseguían los preparativos de los GEO, el negociador ordenaba el desalojo de la zona.A las 3.45 horas salió otro rehén, liberado probablemente para transmitir nuevas condiciones de los atracadores. Cinco minutos después, los comandos GEO hacían estallar las dos cargas y penetraban, disparando con pistolas y metralletas, por los dos boquetes abiertos en la fachada. Apenas tres minutos más tarde aparecían los policías con los dos atracadores ya detenidos y, tras ellos, los rehenes que aún permanecían en el banco.

Sólo pasados los primeros momentos de tensión -durante los que se produjeron las reacciones de los espectadores contra los atracadores- pudo comprobarse que dos espectadores habían resultado heridos de bala. El estado de uno de ellos, Javier Samano, de veintisiete años, fue calificado de grave. El otro es Iñigo Camy-Santhy, Moradillo, que sufre heridas de prónostico reservado.