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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

"Juan Carlos, rey de España"

La televisión estatal británica, BBC, ofrece hoy a los telespectadores españoles, a través de la red de emisoras de Televisión Española, un programa excepcional a las doce de la noche: Juan Carlos, rey de España. Un programa de 48 minutos y cincuenta segundos, que se emitió por la segunda cadena de la BBC el pasado 23 de enero y del que RTVE mandó retirar de los rótulos su acreditación de empresa coproductora porque pretendía censurar las imágenes del entonces Príncipe de España cuando juró en 1969 ante las Cortes franquistas como sucesor en la jefatura del Estado y porque los anteriores directivos de Televisión Española no estaban de acuerdo con el tratamiento político del programa.Fernando Castedo decidió que se emitiese el programa por Televisión Española y revocó la decisión de sus predecesores apenas tomó posesión de su cargo como director general.

El reportaje ha sido producido y dirigido por Jeremy Bennett en color y con sonido directo; el periodista Jack Pizzey es el entrevistador. La iniciativa del programa nació de la BBC, y su realización en España a principios del año pasado fue posible gracias a la intervención de José Luis Leal, entonces ministro de Economía, quien se interesó directamente ante el Rey cuando el equipo de la BBC estaba dispuesto a renunciar a la producción. El Rey y la Zarzuela concedieron, según los autores del programa, todas las facilidades para su realización.

Televisión Española emite el programa en una versión doblada al castellano, exceptuadas las declaraciones de la familia real -Juan Carlos y la reina Sofía, el príncipe Felipe y las infantas Cristina y Elena en breves intervenciones- que hablan en un perfecto inglés, elogiado por la crítica especializada de la Prensa británica, cuyas palabras aparecen traducidas en didascalías o subtítulos sobreimpresos.

El programa, realizado impecablemente al estilo documental, consta fundamentalmente de una serie de entrevistas intercaladas con imágenes de las distintas actividades del Rey y familia real (en particular la visita a Murcia), y con imágenes de archivo sobre la guerra civil, Alfonso XIII, Juan de Borbón, infancia de Juan Carlos, manifestaciones y algunas escenas de Franco. El Rey responde a preguntas sobre sus relaciones con Franco, cómo conoció a doña Sofía, la transición a la democracia, su paso por las tres academias militares, la vida oficial y viajes, su tiempo libre, actividades deportivas, la educación de sus hijos, los despachos con el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, etcétera (véase EL PAIS de los días 15 y 24 de enero, donde se publicó una amplia transcripción de los diálogos). Si el programa tiene un defecto, éste podría ser la imagen de una España algo tópica, acomodada a cierta visión convencional que se puede tener desde Europa, sobre todo en las escenas que probablemente se filmaron en una localidad de Murcia.

Si es grave que Televisión Española haya pretendido censurar la historia y manipular un programa sobre el Rey, lo es mucho más que la televisión del Estado no haya querido ni podido hacer un reportaje de estas características. Tan sólo en una ocasión se ofreció un documental sobre Juan Carlos, entonces príncipe, a iniciativa del director general, Adolfo Suárez (hacia 1972), y José María Otero, jefe de producciones y hoy secretario general del Ente Público.

RTVE, pero también en aquella ocasión el programa fue coproducido con la televisión francesa (entonces ORTF) y dirigido por un realizador francés Jean Creach. Durante estos últimos años, Televisión Española se limitó a sustituir la imagen del dictador por la del Rey en los cierres diarios de emisiones -decisión política insuficiente- y a ofrecer informaciones de la vida oficial de los Reyes. Al concluir el programa, los telespectadores tendrán inevitablemente la sensación de que Televisión ha ofrecido hasta ahora una imagen parcial del Rey. La audiencia, cualquiera que sea su posicionamiento político, se encontrará con un Rey modesto, sencillo. de respuestas rápidas y brillantes, con el rostro humano, el Rey que nunca ofreció hasta ahora Televisión Española.

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