Descubrimiento español en la investigación arqueológica
Un grupo de expertos españoles ha realizado un descubrimiento arqueológico de sumo interés en la catedral de Toledo utilizando técnicas geofísicas de vanguardia. Mediante diversos sondeos gravimétricos, se ha conseguido poner de manifiesto, en el subsuelo de la catedral, la forma que tuvo la primitiva iglesia visigótica del siglo VI, la mezquita del siglo VIII y la catedral primitiva del siglo XI, construcciones que fueron ampliaciones sucesivas las unas de las otras, como han revelado los datos del estudio, confirmando así ciertas teorías al respecto.El grupo de trabajo español tiene como elementos directivos a Ramón Ortiz, doctor en Ciencias Físicas, y su colaboradora Alicia García y el arqueólogo Guido Conrad, profesor de la Universidad Complutense. El éxito de la aplicación de estas técnicas gravimétricas al estudio arqueológico del subsuelo de la catedral toledana, impulsó decisivamente la creación de un convenio entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Instituto Geológico y Geofísico) y la Dirección General del Patrimonio Artístico, con el fin de desarrollar las técnicas geofísicas aplicadas a la prospección arqueológica. Ramón Ortiz y sus colaboradores han puesto a punto y experimentado diversas técnicas de este tipo en el yacimiento romano de Niebla, en las necrópolis tartesas de La Joya (Huelva) y cartaginesa de Ibiza, en Menorca, en Gormaz (Soria) y próximamente lo harán en Itálica (Sevilla), Altamira y diversas cuevas menorquinas.
Eco internacional
Por otra parte, el descubrimiento gravimétrico de los cimientos de las diversas edificaciones religiosas existentes bajo la actual catedral de Toledo, uno de los monumentos más significativos de la arquitectura gótica española, fue acogido con sumo interés por la comunidad científica internacional; prueba de ello es la visita que realiza en estos días a la capital castellana un grupo de expertos coordinados por el Grupo PACT (técnicas físico-químicas arqueológicas) del Consejo de Europa, a cuya cabeza se encuentra Jacques Soustelle, diputado francés y antiguo ministro de Estado. Precisamente, el PACT pretende, según declaró a EL PAÍS Soustelle, una aproximación de los arqueólogos a las técnicas físicas, químicas y geológicas (carbono 14, termoluminiscencia, gravimetría, etcétera), publicando los resultados en la revista monográfica que edita anualmente el Consejo de Europa, y realizando coloquios con especialistas, como el que ayer y hoy reúne a expertos de todo el mundo en Toledo. Otra de las facetas del PACT que pueden afectar a nuestro país es la organización de escuelas de verano para posgraduados, con el fin de iniciarles en las técnicas físico-químicas aplicadas a la investigación arqueológica.
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